Alonso da las claves de su defensa antológica ante Pérez
Ya han pasado varios días de la exhibición de Fernando Alonso en el GP de Brasil de Fórmula 1. El asturiano hizo una defensa descomunal sobre Checo Pérez para amarrar el tercer cajón del podio y dejó a todos boquiabiertos al ver su habilidad para contener los ataques del mexicano. El repertorio del español surgió el efecto deseado y entró en la línea de meta en tercer lugar con tan solo 53 milésima de diferencia.
Con Verstappen desmarcado en el liderato y Norris con un segundo sin apuro, toda la atención se trasladó a ver quién sería el que los acompañaría en el podio. Alonso y Pérez se jugaban la plaza y el ovetense realizó un marcaje sobre el mexicano que se labró a fuego lento. El piloto de Aston Martin controló en todo momento al de Red Bull, que fue remontando en carrera hasta ‘pillar’ al asturiano en los últimos giros. La superioridad del RB19 hacía presagiar que Alonso le duraría poco, pero aquí fue donde el español fue más listo al jugar con Checo.
La defensa de Alonso fue de órdago, emulando a la que realizó años atrás ante Michael Schumacher en Imola 2005. Con su Aston Martin llevó al límite al mexicano hasta ganarle la partida. Primero lo controló, aceleró su ritmo para distanciarle y luego, cuando le devolvió el adelantamiento en el último giro tras perder la posición a falta de dos vueltas para el final.
Las res grandes claves de la defensa de Alonso
La ‘masteclass’ de Alonso se labró basándose en tres pilares esenciales. Primero la gestión de los neumáticos, luego el cambio de trazada del asturiano para desconcertar a Pérez y por último clavar las tres últimas curvas para impedir que el mexicano le superara en la larga recta de Interlagos. Así lo explicó el propio Fernando en declaraciones al portal web Motorsportweek.
«Cuando corres delante de otro coche, tienes mejor carga aerodinámica, tienes aire limpio y eso tal vez fue bueno para la gestión de neumáticos», indicó. Pérez pasó muchas vueltas detrás del Aston Martin de Alonso, por lo que acabó degradando más sus gomas.
«A él le costaba un poco entrar en las curvas 10, 11 y 12 detrás de otro coche y ese era el juego al que probablemente estábamos jugando», agregó Alonso, todo un maestro sacrificando la entrada de la última curva para tener más tracción y más velocidad en la recta. Ese cambio de trazada cogió por sorpresa a Pérez, al que desde el muro le pidieron que imitara al español para tener más posibilidades de adelantamiento.
«Esas tres curvas fueron cruciales para la oportunidad de adelantamiento y sí, cuando eres el coche de delante, siempre tienes mejor agarre. Al ser el coche de delante tienes una pequeña ventaja en términos de agarre en las tres últimas curvas. Así que sólo me estaba asegurando de no cometer ningún error ahí, porque si lo hacía, Checo saldría demasiado cerca», detalló el asturiano.
Generar turbulencias
«Estaba usando la energía también en rectas para asegurarme que no tuviera ninguna oportunidad. Y sí, a veces, simplemente cambiábamos de línea. No quería estar siempre en la misma línea. Si él iba por dentro, yo a veces iba por dentro y otras por fuera», añadió Alonso. «Así que no tenía una dirección clara para que él pudiera cambiar realmente la línea y aprovechar la oportunidad para tomar un poco de aire limpio. Así que sólo estaba tratando de generar algo de turbulencia en su parte delantera», apuntó.
Los métodos de Alonso fueron claves para regresar al podio y ganarse los elogios de la parrilla y los medios de comunicación.