Armand Duplantis, y un récord para demostrar que no todo es el dinero

ESPECIALES OLYTV Alex Carrasco agosto 6, 2024

Armand Duplantis, el atleta más icónico de los Juegos Olímpicos y que tenía la medalla ya prácticamente asegurada antes de llegar a París, y es que encontrar rival para el sueco a día de hoy para imposible, volvió a hacer historia en el Stade de France batiendo el récord del mundo de pértiga con un salto de 6,25.

Tan claro como que mañana volverá a amanecer, Duplantis logró su segundo oro olímpico para sumarlo a los tres mundiales y los cuatro europeos que ya tiene con tan solo 24 años. En su tercer intento, y con todas las miradas de la gente puestas en él, el pertiguista de Luisiana batió por novena vez la plusmarca mundial desde su primer récord en febrero de 2020 cuando superó los 6,17 metros, batiendo por un centímetro el registro tenía desde 2014 el francés Renaud Lavillenie.

Pero si algo demostró Duplantis en París, es que no todo es el dinero. Que crear un momento para la historia está por encima de absolutamente todo. Y es que en los Juegos Olímpicos, los récords del mundo no tienen recompensa económica.

Y una vez ya asegurada la medalla de oro, el sueco tenía dos opciones, reservarse el récord del mundo para la Diamond League y así ingresar un buen pico en las próximas pruebas, o demostrar al mundo entero, en el día más importante y en la mejor plaza posible, que París era la mejor opción para dejar reflejado un salto para la historia.

Y el sueco lo tuvo claro. Después de derribar el listón en los dos primeros intentos cuando ya prácticamente lo tenía superado, con la medalla de oro asegurada y con el récord olímpico en su poder, logró que absolutamente se moviera de sus asientos para disfrutar de un momento que pasará a la historia.

Porque en el último intento, el sueco demostró que está hecho de una pasta completamente diferente, y tras saltar por encima de los 6,25, corrió hacia la grada para abrazarse con su pareja y sus hermanos. Un momento único, que absolutamente todo esperaba con ansias y que ya ha llegado. Y la pregunta es… ¿Dónde está el techo del Duplantis?

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