Steve Bruce vistió la camiseta del United durante un total de nueve temporadas, pero a pesar de ello nunca consiguió una convocatoria para la selección inglesa. / Fuente: Web oficial del Manchester United
Steve Bruce vistió la camiseta del United durante un total de nueve temporadas, pero a pesar de ello nunca consiguió una convocatoria para la selección inglesa. / Fuente: Web oficial del Manchester United

Steve Bruce, el mejor defensa inglés que nunca jugó con Inglaterra

Fútbol OlyTV octubre 17, 2023

Ronaldo regatea, corre ¡y marca! ¡Messi lo ha vuelto a hacer! Neymar: ¡el gol de la victoria! Todos hemos escuchado esas exclamaciones en los estadios de fútbol. El delantero estrella vuelve a ser el héroe del día. Pero en realidad, aún hay otros diez jugadores en el campo y, como reza el dicho: el ataque te da victorias, pero es la defensa quien te otorga campeonatos.

Para poner fin a esta injusticia en el mundo del fútbol, os presentamos una serie de diez episodios junto a Oly TV, en la que hablaremos de los defensores. Y para hacerlo más atractivo, nos centraremos en los defensas que más veces han visto puerta en la historia del fútbol.

El protagonista de nuestra historia de hoy es Steve Bruce. Los aficionados actuales del fútbol lo conocen principalmente por su faceta de entrenador. A sus 62 años, este inglés ha dirigido con destreza a equipos como Sheffield United, Huddersfield Town, Wigan Athletic, Crystal Palace, Birmingham City, Sunderland, Hull City, Aston Villa, Sheffield Wednesday, Newcastle United y West Bromwich Albion.

Sin embargo, a lo largo de su carrera como jugador, Bruce logró ser miembro de un club aún más prestigioso: concretamente vistió la camiseta del Manchester United durante nueve años. Pero su carrera futbolística estuvo a punto de no despegar.

A punto de dejar el fútbol para ser fontanero

Bruce nació en el pequeño pueblo de Corbridge, cerca de la frontera con Escocia. Y cuando decimos «pequeño», nos referimos a aproximadamente unos 4.000 habitantes. Como buen inglés, Bruce se enamoró del fútbol y, al estar cerca de Newcastle Upon Tyne, se convirtió en un aficionado del Newcastle United.

Sin embargo, en su juventud, Bruce no logró destacar. El momento más relevante de su adolescencia fue en 1974, cuando fue seleccionado como recogepelotas para la final de la Copa de la Liga. Desde esa posición privilegiada, vio cómo los Wolverhampton Wanderers vencieron al Manchester City por 2-1.

Esta experiencia reforzó el amor de Bruce por el fútbol; sin embargo, sus habilidades no eran las mejores. Intentó demostrar su valía en el Newcastle United, Sunderland, Derby County y Southport, pero en todos estos equipos recibió una respuesta negativa.

Desolado por los reveses, el joven Bruce consideró la idea de trabajar como fontanero en su ciudad natal y ya había presentado su solicitud a un taller portuario. Sin embargo, el Gillingham, equipo de la tercera división, le ofreció una prueba. Por ello, Bruce se desplazó cientos de kilómetros hacia el sur, hasta una ciudad en el sureste de Inglaterra, ¡y tuvo suerte!

Replegándose en defensa, pero marcando

Inicialmente, el joven jugaba en el centro del campo, pero pronto se trasladó a la defensa central por sugerencia del entrenador Bill Collins. No obstante, incluso en el Gillingham, Bruce tuvo que esperar su oportunidad. Pasó la temporada 1978/79 en el equipo reserva y, pese a su posición de defensa, anotó la friolera de 18 goles.

Además, fue invitado al equipo juvenil de Inglaterra. Participó, por ejemplo, en el Campeonato Europeo Sub-18 de 1980. En otoño de 1979, se consolidó en el primer equipo de Gillingham. Dado el potencial del joven, el club firmó con él un contrato de cinco años. Por ello, Bruce jugó en la tercera división de Inglaterra hasta el verano de 1984.

Finalmente, Bruce tuvo su oportunidad en la Premier League. El Norwich City lo fichó y, en su primera temporada, llevó al club a la Copa de la Liga de Fútbol Inglesa, anotando el gol de la victoria en la semifinal y siendo nombrado el mejor jugador en la final. Tras ello, los aficionados lo votaron como el jugador de la temporada.

Estuvo tres temporadas en el Norwich, hasta que en 1987 despertó el interés de equipos como el Manchester United, Tottenham Hotspur, Chelsea y Glasgow Rangers. Al conocer el interés del United, Bruce decidió no jugar más para el Norwich, dejándoles sin otra opción que traspasar al defensa por 800.000 libras. 

En el United se convirtió en Dolly

En los Red Devils, Bruce formó una sólida defensa junto a Gary Pallister. Ambos fueron apodados Dolly y Daisy, y juntos ganaron tres campeonatos ingleses y tres veces la FA Cup a principios de los años 90.

En cuanto a logros individuales, la temporada 1990/91 fue la mejor de Bruce en el United: anotó 13 goles en 31 partidos de liga y añadió seis más en otras competiciones. Con este total de 19 goles fue el máximo goleador del United esa temporada.

Tras dejar el United, Bruce jugó dos temporadas en el Birmingham City y concluyó su carrera en el Sheffield United en la temporada 1998/99. A lo largo de todas las competiciones, disputó 929 partidos y marcó 114 goles.

Luchó con uñas y dientes

Viendo esas cifras, uno podría preguntarse: ¿cómo ha logrado Bruce acumularlas? Lo primero a destacar es que Bruce era un excelente lanzador de penaltis, motivo por el cual se solía confiar en él para ejecutarlos desde los 11 metros.

Sin embargo, solo una parte de los goles los anotó de esa manera. ¡El defensa, que mide 183 centímetros, marcó el resto de cabeza! Uno de los más recordados tuvo lugar en abril de 1993, cuando su gol en el minuto 96 contra el Sheffield Wednesday dio origen al término «Fergie time», refiriéndose a los prolongados minutos adicionales en los que el United conseguía, de alguna forma, salvar el partido.

Pero ¿por qué Bruce era tan buen cabeceador? Según Paul Parker, su antiguo compañero de equipo, la clave residía en el carácter de Bruce: “Nada podía asustar a Bruce. Nada era imposible para él. Era más decidido que cualquier otra persona que haya conocido. A pesar de su estatura de 183 cm, ganaba más duelos aéreos que aquellos que medían 193 cm; eso sí, no siempre le resultaba sencillo, basta con mirar su nariz.”

Sin embargo, a pesar de su afición por los goles y sus nueve años en el Manchester United, Bruce nunca vistió la camiseta del equipo nacional de fútbol de Inglaterra. En 1987, es decir, el mismo verano en que se puso la camiseta roja, recibió una invitación al equipo B de Inglaterra, del cual fue capitán en un partido amistoso contra Malta, pero nunca estuvo cerca del equipo A.

Ahí radica la razón por la que se describe a Bruce como el mejor defensa de todos los tiempos que nunca jugó para Inglaterra.

Sin embargo, el legendario defensor comentó lo siguiente sobre su exclusión: “Me encontré con el entonces entrenador de la selección inglesa, Bobby Robson, una vez en Benfica. Se acercó a mí y me dijo que debería haberme convocado. Fue bonito escucharlo, por supuesto, pero el hecho es que no tengo partidos con ellos en mi historial… eso siempre me ha entristecido».


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