Una leyenda llamada Saúl Craviotto que rehuye mirar a Los Ángeles 2028

JUEGOS OLÍMPICOS Alex Carrasco agosto 9, 2024

Pekín, Londres, Río de Janeiro, Tokio y París, han visto subirse al podio a un Saúl Craviotto que ya es el deportista más laureado de la historia del deporte español en los Juegos Olímpicos. Una leyenda que se ha colgado hasta seis medallas olímpicas en su carrera para convertirse, a sus 39 años, en el deportista español que más veces a saboreado metal después de superar a David Cal.

La última medalla conseguida en París junto a Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade en el K4, sirvió también para que el piragüismo, con 23 medallas supera por una a la vela. Un bronce que evidenciaba que por mucho que pasen los años hay cosas que nunca cambian, y que el piragüismo continúa siendo apuesta segura de la delegación española en todos los Juegos Olímpicos.

Una historia que arrancó en Pekín 2008 cuando junto a Carlos Pérez lograron la medalla de oro en la prueba de K2-500 metros. 4 años después, en Londres, Craviotto posaría con la medalla de plata tras lograr el segundo puesto en final de la prueba de K1-200 metros en Kayak individual, y en Río junto a Cristian Toro, consiguió la medalla de oro en K2-200 metros y el bronce en el K1-200 metros.

Las dos últimas medallas, Tokio y París. En el K4-500 metros, donde todo el país tenía puestas sus miradas porque el metal en esta prueba no podía escaparse. Un seguro de vida que ya suma seis medallas olímpicas, pero que no quiere saber absolutamente nada de su futuro ni pensar en unos hipotéticos Juegos Olímpicos en Los Ángeles 2028.

«Lo que he hecho durante todos estos años después de cada Olimpiada es poner los pies en el suelo, volver a analizar, estudiar la situación y ver si hay algún propósito que me ilusione. Ahora estamos en las mismas, necesito vacaciones, no ver una piragua en un radio de 50 kilómetros y cuando vuelva otra vez ya veremos si tengo ganas. Creo que esa es la clave», comentaba Craviotto tras colgarse una nueva medalla olímpica.

Y es que 16 años después, lo que ha quedado claro es que la magia y la competitividad de Saúl Craviotto sigue más viva que nunca. Leyenda del deporte español que seguramente nunca hubiese imaginado llegar hasta aquí. Porque desde que su padre Manuel, que hace dos años fue campeón del mundo de veteranos en K1 maratón, le subió ya en una piragua siendo un bebé hasta ahora, ha llovido mucho.

Aquel niño que soñaba con jugar en el Barça, ha terminado siendo el número 1 de la historia del deporte español en los Juegos Olímpicos. Seis medallas, por encima de David Cal, Joan Llaneras, Andrea Fuentes, Mireia Belmonte y Arantxa Sánchez Vicario.

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