Dos medallas olímpicas que no maquillan la salud del tenis español

ESPECIALES OLYTV Alex Carrasco agosto 6, 2024

Hablar de tenis durante estos últimos años es hablar de España, y sin ir más lejos, en los Juegos Olímpicos de París, era el deporte en el que la delegación española tenía gran parte de sus miradas puestas para tratar de ganar medalla. Y es que desde Seúl 1988, España se había colgado metal hasta en 13 ocasiones, 15 si contamos las de París 2024, y solo en Londres 2012 se quedó sin subir al podio.

Una apuesta segura que volvió a cumplirse con dos medallas más en la capital gala. La plata de Carlos Alcaraz y el bronce de la pareja Sara Sorribes y Cristina Bucsa, podrían ser señal de buena salud del tenis español pese a que, a nivel individual y sacando al tenista murciano de la ecuación, en el Ranking ATP y WTA las cosas quizás no están acabando de salir del todo bien.

Con el ya casi adiós de Rafa Nadal, que poco a poco ve como se le van fundiendo los plomos sobre la pista pese a que insiste en querer continuar dando guerra, Alcaraz es el nuevo referente del tenis en España. Por detrás, gente como Alejandro Davidovich o Pedro Martínez suben también con fuerza. Roberto Carballés, Roberto Bautista y Jaume Munar, ocupan también plazas de TOP100 mundial, y deben ayudar a dar al tenis español un nuevo impulso.

Porque la pregunta que mucha gente se hace, es si tiene España motivos para preocuparse con su futuro en el tenis. Y es que cada año que pasa, hay menos jugadores españoles entre los mejores del mundo. Sin ir más lejos, hace 10 años, España contaba con 14 tenistas en el TOP100, y actualmente solo 6. Lejos, por ejemplo, de los 17 que hubo en 2001 cuando el país ibérico hizo récord.

Es por eso, que España tiene claro que necesita un cambio generacional y que los jóvenes empiecen a hacerse un hueco entre los mejores. Pablo Llamas, Daniel Rincón, Martín Landaluce o Daniel Mérida, son algunos de los nombres que suenan con fuerza para empezar a coger el relevo.

Y es que el Presidente de la Federación Española de Tenis, tiene claro que hay que trabajar, y mucho, para seguir estando en lo más alto del tenis mundial. Por eso, España trabaja año tras año para tratar de tener el máximo de torneos posibles para que los jóvenes puedan empezar a despuntar y crecer.

En este 2024, en España tenemos hasta 47 torneos ITF y 11 Challengers. Unas primeras semillas que habrá que empezar a recoger de aquí a 5-10 años, con la que hay que tener mucha paciencia, pero que deben ser el futuro de España. Porque pese a las medallas olímpicas, y pese a saber que España ha estado, está y estará triunfando, el tenis español necesita un cambio para volver a estar en lo más alto del Ranking ATP, más allá de Carlos Alcaraz.

Algo que está sucediendo también en el tenis femenino. Paula Badosa es la número 40 del mundo, Cristina Busca la 60, Sara Sorribes la 73 y Jessica Bouzas la 77. Datos que evidencian que el tenis femenino español también está lejos de poder pelear por grandes títulos individuales.

Sin ir más lejos, y después de que España se quedara por primera vez desde 1999 con solo dos tenistas en la tercera ronda del Open de Australia, Badosa comentó que «miro atrás y veo que faltan jugadoras, el motivo no lo sé y me gustaría saber la solución para poder ayudar a que salieran más tenistas en las siguientes generaciones porque es algo que me pone bastante triste porque siempre hemos tenido muchísimos jugadores».

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