He Bingjiao posando con el pin de España tras ganar la medalla de plata / Fuente: Imago
He Bingjiao posando con el pin de España tras ganar la medalla de plata / Fuente: Imago

El espíritu olímpico de He Bingjiao sube a Carolina Marín al podio de los Juegos Olímpicos

JUEGOS OLÍMPICOS Alex Carrasco agosto 5, 2024

El “Espíritu Olímpico” es un código de comportamiento dentro y fuera del campo de juego con el que los atletas, hombres y mujeres se distinguen por honrar el Movimiento Olímpico y la filosofía del Olimpismo. Una frase que marca, que dice mucho de lo que son y deberían ser unos Juegos Olímipicos, pero que no siempre se cumple.

Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, dejó claro que la competición debía basarse en un claro respeto por la diversidad cultural y religiosa. Que se buscaba promover valores, cooperación internacional y entendimiento entre naciones. Unos valores que, la china He Bingjiao ha puesto en práctica tras su final de bádminton en París 2024.

Y es que tras caer en la última batalla por conseguir la medalla de oro ante la surcoreana Se Young An por 21-13 y 21-16, la jugadora china ha decidido recoger su medalla de plata junto a un pin de España en reconocimiento a Carolina Marín, la jugadora andaluza con quién se vio las caras en semifinales y que sufrió una lesión que permitió a la china meterse en la final cuando tenía el partido prácticamente perdido.

En un momento de enorme emotividad, He Bingjiao ha demostrado durante estos dos últimos días un comportamiento ejemplar tras la lesión de Carolina, y ya después del partido de semifinales dijo que “realmente no quiero que suceda este tipo de cosas, además Carolina Marín incluso me animó al final, diciéndome que jugara bien en la final y deseándome suerte. Me siento muy triste por esto, y espero que se recupere pronto y vuelva a jugar”, comentaba la china.

Carolina Marín, objetivo recuperarse lo más pronto posible

«Estoy destrozada, no puedo decir otra cosa», explicaba Carolina Marín ante los medios de comunicación presentes en el aeropuerto de Barajas a su llegada a España. Recibida a gritos de ‘campeona’ por varios aficionados españoles que la esperaban, la andaluza comentó que se iba directa al hospital para que le hicieran pruebas y saber más sobre su lesión.

Marín quiso agradecer también todo el apoyo recibido después de romperse durante el partido de semifinales en París y ver como el sueño olímpico se alejaba. Ahora, la onubense trabajará para recuperarse lo más pronto posible y volver a pelear para llegar dentro de cuatro años a la que ya será su última cita olímpica en Los Ángeles. Un destino cruel para una campeona pero que cuenta con el cariño y admiración de todo el país.


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