El infierno de Marc Márquez
Difícil el comienzo de temporada que ha tenido Marc Márquez, quien por culpa de sus caídas en Portimão y Austin no se encuentra ni entre los mejores cinco pilotos de la clasificación del MotoGP. Está claro que el ilerdense no ha tenido ni mucho menos la suerte de su lado en este arranque, pues de no haber experimentado esas caídas, tendría una cifra más alta que los treinta y seis puntos que ostenta ahora.
En el Gran Premio de Portugal, la motocicleta de Márquez se tocó con la del campeón, Pecco Bagnaia, en un accidente que pudo haber evitado el italiano. Mientras que en el Gran Premio de Las Américas, una falla en los frenos fue lo que causó la amargura del catalán. Eso sí, es justo mencionar que Márquez es el piloto que más se cae en la categoría reina del automovilismo mundial, aunque ya no conduce la Honda RC213V, una moto inabordable que no sólo a Marc le ha jugado malas pasadas.
Sin embargo, su tendencia al pavimento no ha cambiado con la conducción de la Ducati Desmosedici GP23. En este 2024, Marc Márquez ya ha caído hasta en cinco ocasiones, siendo las de Portimão y Austin las que lo tienen en la situación que ahora está en el campeonato. Si en 2023, el mayor de los Márquez se precipitó veintinueve veces, cosa que le orilló a salir de Honda, las cosas no van mucho mejor con la Ducati en la actualidad, cuando ya el físico no le da para obrar sus milagros de antes.
La caída que significó un antes y un después
Fue durante el Gran Premio de Jerez, en julio de 2020, cuando comenzó el calvario de caídas de Marc Márquez. Su fractura en el húmero del brazo diestro no sólo le apartó un tiempo de la actividad, sino que le mermó la confianza y le hizo entrar en una dinámica que no le ha permitido volver a ser campeón. El último éxito de Márquez data del Gran Premio de Emilia-Romagna, el 24 de octubre de 2021. No se sabe cuánto tiempo le costará a Marc acoplarse a su nueva moto, lo cierto es que, si el catalán quiere volver a los primeros planos de la categoría, debe mantenerse lejos del pavimento. Las caídas generan todo tipo de lesiones que van desde roturas óseas hasta episodios de diplopía. Esto hace que el ilerdense no suba al máximo escalón del podio con la regularidad que él querría.
