Letonia no sólo puede, sino que debe estar orgullosa de su primera Copa del Mundo. Fuente: FIBA
Letonia no sólo puede, sino que debe estar orgullosa de su primera Copa del Mundo. Fuente: FIBA

El mejor equipo del Mundial de baloncesto se quedó sin premio

Baloncesto OlyTV septiembre 13, 2023

Aunque generalmente ha sido Lituania la que ha llenado de orgullo a los países bálticos con sus actuaciones en baloncesto, esta vez la historia cambió ligeramente. La bandera que ondeaba más alto junto al mar Báltico era la rojiblanca de Letonia.

Efectivamente, Lituania continúa siendo la referencia de los países bálticos en baloncesto. Para Estonia, incluso aspirar a la Copa del Mundo FIBA es poco común, y clasificarse para el Eurobasket se percibe como un hito histórico. En el caso de Letonia, esta ha sido su primera participación en el Mundial.

Respecto al desempeño de Lituania en esta ocasión, si alguien les hubiera propuesto un sexto lugar antes del torneo, probablemente lo habrían aceptado de buen grado. A pesar de tener una destacada trayectoria, que incluye una medalla de bronce en 2010 y otra semifinal en 2014, en otras ediciones han quedado en posiciones como la séptima (1998 y 2006) o la novena (2019).

Podría decirse que, al quedar en sexto lugar, no decepcionaron. Se les recordará por haber derrotado a Estados Unidos con un marcador de 110-104 en la segunda ronda del torneo; sin embargo, después sufrieron una abrumadora derrota por 35 puntos ante Letonia.

Letonia, una amenaza para todos

En su debut en el prestigioso torneo de baloncesto, Letonia dejó asombrados a muchos tanto en Indonesia como en Filipinas. Su rendimiento los ha convertido en una de las sorpresas más importantes del Mundial. Y no es para menos. Antes de su segundo encuentro en la fase de grupos, pocos veían al equipo letón como un rival de peso. Sin embargo, cambiaron todas las percepciones tras vencer a Francia por 88-86, dejando fuera a los medallistas de bronce de 2019. Frente al Líbano, su juego fue impecable con un marcador de 109-70. Solo Canadá demostró ser un adversario de mayor envergadura, superándolos por 75-101.

Pero eso fue suficiente para avanzar y Letonia comenzó a saborear el éxito. Sin temor ante ningún rival, vencieron a España por un resultado de 74-69 y a Brasil por 104-84 en la segunda fase de grupos, logrando así su clasificación a cuartos de final. Al enfrentarse al que acabaría siendo el campeón, Alemania, Letonia rozó una nueva sorpresa, pero finalmente cayó por un ajustado 79-81. A pesar de ello, terminaron fuertes: se impusieron a Italia por 87-82 y culminaron con una contundente victoria ante Lituania (98-63), asegurándose la quinta posición.

Banchi, el mejor entrenador

La situación se torna más insólita al considerar el contexto. El pasado verano, Letonia no participó en el Eurobasket, ya que el equipo dirigido por Roberts Štelmahers fue derrotado por Bosnia y Herzegovina, Grecia y Bulgaria durante la ronda clasificatoria.

Letonia solo había faltado a dos Euros, quedando en quinto lugar en 2017. Sin embargo, aquel revés propició cambios. En lugar de Štelmahers, se fichó al carismático Luca Banchi.

Bajo la batuta del experimentado entrenador italiano de 58 años, Letonia recuperó la fe y la esperanza. Equipos como Turquía, Grecia y los posteriores subcampeones, Serbia, cayeron en la fase de clasificación. No es de extrañar que Banchi fuera reconocido como el mejor entrenador del Mundial, siendo la mente maestra detrás del renacimiento letón.

El equipo es lo primero

Por supuesto, no fue solo mérito de Banchi. Detrás de un brillante plan, siempre hay jugadores excepcionales que lo ejecutan, y Letonia tenía a 12 de ellos: Rodions Kurucs, Dāvis Bertāns, Dairis Bertāns, Rolands Šmits, Artūrs Strautiņš, Klāvs Čavars, Aigars Šķēle, Andrejs Gražulis, Anžejs Pasečņiks, Artūrs Kurucs, Kristers Zoriks y Artūrs Žagars.

Quizás sería más justo hablar de 11, teniendo en cuenta que Dairis Bertāns tuvo que abandonar el torneo en su segundo juego debido a una lesión. Esta podría haber sido una de las claves del éxito de Letonia.

No contaban con todos sus jugadores estrella. Kristaps Porziņģis, Rihards Lomažs y Jānis Strēlnieks estaban ausentes, pero el equipo se mantenía unido y su confianza mutua se reforzó aún más tras la baja de su capitán. Algunos, como Žagars, brillaron en momentos clave, pero todos ganaron y perdieron como un único equipo. Pese a que Alemania fue el campeón indiscutible, Letonia podría haber sido considerado el equipo revelación del torneo. Llegaron, vieron y conquistaron; especialmente si tomamos en cuenta la trayectoria histórica del baloncesto en este pequeño país báltico.


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