Era imposible, pero Nadal nos hizo creer

JUEGOS OLÍMPICOS Alex Carrasco julio 29, 2024

Era imposible, y nos hizo creer. Esa sería la mejor definición para explicar como fue la despedida de Rafa Nadal en el cuadro individual de los Juegos Olímpicos de París 2024. Y es que por mucho que decir adiós en la vida sea complicado, cuando uno lo hace con la cabeza alta, luchando hasta el final y con el aplauso unánime de toda la Philippe Chatrier, es señal que alguno cosa se habrá hecho bien.

Nadal era consciente que eliminar a Novak Djokovic era prácticamente imposible, y aun así, fue capaz de plantarle cara al serbio cuando el partido parecía estar finiquitado. En uno de los duelos más esperados de estos Juegos, y después de dos años sin verse las caras, el último partido de individuales de Rafa en París pasará a la historia por su entrega.

Porque el partido no empezó bien para el balear que llegó a ponerse 5-0 en contra en el primer set. Fue capaz de mantener su último servicio del primer set para maquillar el resultado, pero el 6-1 dejaba claro que Djokovic estaba un paso por encima de Rafa.

La segunda manga, que empezaba con el serbio rompiendo dos saques consecutivos de Nadal y colocándose con un 4-0 a su favor, parecía que iba a dejarnos una amarga despedida del tenista español en la que ha sido, es y será siempre su casa, su templo. Aquella arcilla que le ha visto ganar hasta 12 Roland Garros.

Y pese a estar prácticamente fuera, Nadal resucitó y volvió a hacernos creer. Nos volvió a ilusionar con dos breaks consecutivos que ponían el segundo set con un empate a 4 que daba vida al balear. La remontada era difícil, y no llegó a culminarse, pero logró que volviéramos a ver a aquel tenista que durante años nos iluminaba el camino.

Ahora, con el adiós de Rafa en el cuadro individual solo le queda soñar con el dobles junto a Carlos Alcaraz. Este martes segunda prueba para la pareja de moda del deporte español, para la gran ilusión de mucha afición. Y también va a ser difícil, pero ambos han demostrado que es imposible no creer y confiar en ellos.

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