Si de alguna cosa no hay ninguna duda en el mundo del tenis, es que Novak Djokovic es el mejor jugador de la historia de este deporte a nivel estadístico. El serbio ha ganado más que nadie, y a sus 37 años, y tras una final olímpica que pasará a la historia ante Carlos Alcaraz, Nole ya tiene su ‘Golden Slam‘ para convertirse en el segundo jugador de la historia junto a Andre Agassi que tiene los cuatro grandes, la Copa Davis, el ATP Finals y la medalla de oro de los Juegos Olímpicos.
El número 2 del mundo, que está temporada todavía no había ganado ningún título y que venía muy castigado por las lesiones, volvió a demostrar una vez más que nunca se le puede dar por muerto. El serbio, que suma 99 entorchados en toda su carrera, podría llegar pronto al número 100 en la gira americana de pista rápida. Y es que la gran pregunta que muchos se hacen es dónde está el techo de Djokovic.
“Es el mayor logro de mi carrera. He conseguido todo con esta medalla de oro. Este éxito no es una coincidencia, sino fruto del esfuerzo. No sé cuál será mi futuro, y ahora solo quiero disfrutar. Ha sido un largo viaje imaginando este momento. Puse mi alma, mi cuerpo, a mi familia para ganar el oro olímpico y por fin lo he conseguido”, decía un Djokovic que rompió a llorar tras su victoria ante Alcaraz.
Y es que desde Río 2016 hasta París, el camino de Djokovic no ha sido nada sencillo. En Brasil se despidió en primera ronda ante Juan Martín del Potro, en Tokio 2020 no pudo lograr medalla tras caer en semifinales con Alexander Zverev y con Pablo Carreño en la lucha por el bronce.
Porque aquella medalla de bronce en Pekín 2008 no era suficiente para un jugador que sabía que en París tenía su última oportunidad para ganar el oro. Era su último baile, sus últimos Juegos Olímpicos, y por primera vez, Novak Djokovic derrotó a un Top 5 en unos Juegos Olímpicos.
Y es que hasta el momento, el serbio había perdido en sus tres enfrentamientos anteriores ante Rafael Nadal en semifinales de Pekín 2008, ante Andy Murray en las semifinales de Londres 2012 y ante Alexander Zverev en las semifinales de Tokio 2020.
Ahora, con su oro en el cuello junto a los 24 Grand Slam conseguidos durante toda su carrera, Novak Djokovic ha llegado indiscutiblemente al Olimpo del tenis. Las nuevas generaciones de Zverev, Sinner, Ruud, Alcaraz y compañía suben con mucho fuerza, pero hasta el momento, el serbio volvió a mandar un aviso a todo el mundo de que a él todavía le queda cuerda para rato.