Fluminense y Manchester City cumplen los pronósticos
Eran claros favoritos y no fallaron. Fluminense y Manchester City estarán en la Final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2023, después de deshacerse de Al-Ahly y Urawa Red Diamonds en sus respectivas eliminatorias de semifinales. De esta manera, cariocas y mancunianos debutan con el pie derecho en una competición a la que accedieron tras conquistar su primera Copa Libertadores y Copa de Europa.
El Flu solventa el turno ante un buen Al-Ahly
El equipo de Fernando Diniz no lo tuvo tan fácil como pudiera parecer si sólo atendemos al placar. El Al-Ahly, que había superado ampliamente al Al-Ittihad en octavos de final, tuvo algunos arrimones a la meta de Fábio, como el del minuto 36, cuando Mahmoud Kahraba cabeceó al muñeco, teniendo toda la portería a su disposición, tras un disparo de Hussein El Shahat que rebotó en Samuel Xavier.
Sin embargo y más allá de que el tanto de la apertura no llegara sino hasta el minuto 70, la calidad del campeón de América prevaleció en Yeda. Jhon Arias iba a establecer el primer desnivel en el electrónico, al transformar en gol el penalti que le cometió Percy Tau a Marcelo, luego de una internada del ex Real Madrid que culminó con caño y la consiguiente zancadilla del extremo sudafricano del Al-Ahly.
Ya en las postrimerías del pleito, iba a llegar el suplente de siempre, John Kennedy, para sentenciar con control orientado y golpeo de interior zurdo al palo lejano de Mohamed El-Shenawy. Una acción en la que Matheus Martinelli atrajo a tres futbolistas del campeón de África para dejar cómodo a Kennedy, quien recibía un poquitín escorado a la diestra y entrando al área efectuaba la bonita maniobra.
Victoria merecida, pues, para un Flu que, si bien fue exigido en pasajes del partido por su oponente egipcio, había tenido las mejores ocasiones desde el arranque, incluyendo dos disparos a los palos del colombiano Arias.
Un mochi rojo para el Manchester City
Más fácil lo tuvo el Manchester City, que fue muy superior al Urawa Red Diamonds desde un comienzo, aunque no comenzó a establecer diferencias sino hasta poco antes del descanso, con el tanto en propia puerta del noruego Marius Høibråten.
Ya en el segundo tiempo, Mateo Kovačić y Bernardo Silva iban a cerrar el trámite antes de la hora de juego. Con este resultado, Josep Guardiola mantiene su trayectoria inmaculada como entrenador en el Mundial de Clubes: dirigió siete partidos, ganó siete partidos. Este viernes ante el Fluminense, el de Santpedor buscará su octavo éxito para quedar en solitario como el preparador con más conquistas en la historia de la competición, con cuatro.