Honda sigue sin rumbo pese a las concesiones de MotoGP
El nuevo sistema de concesiones causó un impacto inmediato en la parrilla de MotoGP. La superioridad de Ducati la llevó a ser el único equipo en la categoría A, mientras que las rezagadas Honda y Yamaha recayeron en la D, donde tienen más ventajas para intentar ponerse a la altura de la competencia. No obstante, ni con estas están sabiendo encontrar el norte y recuperar el tiempo perdido.
Especialmente sangrante es el caso de Honda, el mayor fabricante del mundo y el equipo más laureado de la historia de la categoría reina del motociclismo. Pese a poder jugar con su alineación de pilotos titular tantas veces como quiera, a poder realizar más test que el resto y a poder modificar su motor, congelado para los demás, la marca del ala dorada sigue clavada al fondo de la clasificación.
Yamaha parece haber encontrado herramientas para progresar, pero este no es el caso de Honda. Sus pilotos sufren de lo lindo para entrar en la zona de puntos y esta temporada todavía no han conseguido terminar entre los diez primeros clasificados en una carrera larga.
Joan Mir es quien encabeza la formación de Honda, aunque marcha en un discreto 18º puesto con solo 13 puntos en su zurrón. Por detrás, están los demás pilotos: Zarco, 19º; Nakagami, 20º; y Marini, 23º. El italiano sumó sus primeros puntos de la temporada en Alemania al cruzar la meta en 15ª posición.
Honda no solo no está mejorando, sino que está en una peor posición que en 2023, cuando aún disponía de un piloto de la talla de Marc Márquez. Llegados al parón veraniego, y tras nueve carreras disputadas, la marca de Tokio ha sumado solo un 5% de los puntos en juego, mientras que el año pasado sumaban un 16%.
Mientras Yamaha agiliza procesos trasladando el peso del desarrollo de su moto a Europa y colaborando con Dallara en la fabricación de su chasis, en Honda todo sigue yendo demasiado lento. Según las informaciones, los ingenieros japoneses hasta hace poco estaban meditando qué concepto de motor debían usar a pesar de que los demás equipos hacen girar su propulsor hacia atrás.
“Nosotros ya teníamos claro que era necesario cambiar. Faltaba que ellos (los japoneses) se convencieran de ello”, resaltó Joan Mir, hace ya algunas semanas. Honda ha venido poniendo en pista la misma moto que en los test de Valencia, con algunas modificaciones, pero de momento los pilotos se siguen quejando de una falta alarmante de competitividad.
“Tuvimos una reunión importante después de la carrera (de Alemania), porque aparecieron una serie de problemas que me impidieron apretar. Ha sido un fin de semana difícil para Honda, y especialmente para mí. No fui capaz de pasármelo bien. La moto se movía mucho, y tuve muchos momentos en los que casi me caigo, sin ni siquiera estar forzando. El viernes probamos una moto completamente nueva, y no funcionó para nada”, comentó Joan Mir tras la carrera de Sachsenring.
Todas las novedades que vaya a introducir Honda en su moto serán ya después del parón veraniego, aunque de momento la marca japonesa sigue sin encontrar el rumbo para acercarse al resto de fabricantes.