La dramática caída del golf por televisión
El cisma producido en el golf a raíz de la eclosión del LIV ya se ha visto reflejado en las audiencias televisivas. Tras el Masters de Augusta, en el que se unieron todos los jugadores de renombre, se ha dado a conocer que el número de personas que siguieron el torneo fue significativamente menor a otras ediciones.
Hay que también matizar que el desarrollo de otras vías de seguimiento ha propiciado que la televisión clásica pierda fuerza e incluso vaya quedando relegada a un segundo plano. Sin embargo, la diferencia entre la audiencia de este Masters 2024 y el anterior es bastante.
El triunfo de Scottie Scheffler del pasado domingo fue atestiguado por 9,59 millones de personas, un 20 por ciento menos que los que vieron la coronación de Jon Rahm en 2023. Hay que decir también que un factor que contribuyó mucho para alcanzar la teleaudiencia de la edición pasada fue que la ronda final se desarrolló en Domingo de Pascua, uno de los días más altos en el rating estadounidense.
Sin contar el 2020, muy condicionado por la pandemia, al grado de tener que realizarse en noviembre, esta edición del gran torneo golfístico fue la menos seguida desde el inicio de la era Tiger Woods, estando el californiano presente. En 2021, el Masters no contó con la leyenda, debido a su accidente automovilístico en Los Ángeles. 9,45 millones de espectadores vieron coronarse en aquella ocasión a Hideki Matsuyama, ligeramente menos que lo que refleja el registro de esta edición.
Esta métrica se suma a lo que hace unos días informó la agencia AP sobre las audiencias de los torneos del PGA Tour, los cuales han sufrido un dramático declive, con bajadas del 35% en el Phoenix Open, 30% en el Arnold Palmes y 15% en el TPC. Se podría pensar que el enemigo televisivo es el LIV, pero tampoco es que haya muchos que sigan detalladamente la acción de la gira saudí, teniendo en cuenta que se retransmite a través de CW, una plataforma bastante residual.