“Una temporada de altos y bajos, pero qué bonitos los altos”. Así describió Charles Leclerc su sorprendente victoria en Monza, territorio Ferrari. El piloto monegasco desató la locura en el trazado italiano tras conquistar un triunfo agónico frente a una McLaren que se dejó robar la cartera -otra vez-.
Este 2024 Leclerc ya acumula dos victorias, primero en Mónaco, su casa, y luego en Monza, la casa de Ferrari. Dos triunfos especiales que aplacan un año complicado y donde los del ‘Cavalino Rampante’ están lejos de cumplir con sus expectativas iniciales.
La victoria de Leclerc vino gracias a la estrategia elegida desde el muro. Los rivales de Ferrari tuvieron que realizar dos paradas a boxes y los italianos se sirvieron de solo una para tomar el primer puesto y desatar la locura en Monza.
Esta vez sí acertó Ferrari con sus estrategias y aprovechó los errores internos de McLaren para ganar una carrera a pesar de no ser favorito. La firma británica tiene que analizar con profundidad lo sucedido en la catedral de la velocidad. Coparon los dos primeros puestos en la qualy, pero el ataque de Piastri a Norris en la primera vuelta complicó un doblete que parecían tener en el bolsillo.
El adelantamiento del australiano al inglés permitió que Leclerc subiera a la segunda posición y complicase la vida al británico, que se está jugando el Mundial con Max Verstappen. Norris cayó al tercer puesto y tuvo que ir a contracorriente para remontar, perdiendo una gran oportunidad para recortarle más puntos a Max en la general.
McLaren debería hablar con sus dos pilotos y apostar por uno de ellos en el Mundial, algo que no ha sucedido y está perjudicando las opciones de ambos en la clasificación. Da la sensación que Norris podría estar mucho más cerca de Verstappen cuando quedan ocho carreras (está a 62), pero la indecisión de McLaren y sus malas salidas le están penalizando más de la cuenta.