La NBA está de enhorabuena por el retorno de una de sus grandes estrellas. Lonzo Ball, base de los Chicago Bulls, reapareció en un partido de pretemporada y puso fin a un calvario de casi tres años lesionado.
La vida de Lonzo Ball cambió radicalmente cuando en enero de 2022 se rompió el menisco de su rodilla izquierda. La estrella de los Bulls iniciaba una baja que le debía apartar de las canchas entre seis y ocho semanas, pero todo se complicó y tuvo que pasar por el quirófano hasta en tres ocasiones.
En marzo de 2023 fue sometido a un trasplante de cartílago para intentar salvar su carrera y el milagro funcionó. Ball volvió a jugar dos años y nueve meses después, o lo que es lo mismo, 1.006 días tras aquel fatídico 14 de enero de 2022.
El base reapareció en un amistoso contra los Wolves y contribuyó a la victoria de su equipo con 10 puntos, aunque el verdadero triunfo fue verlo de nuevo en una pista de baloncesto.
