Los Juegos Olímpicos tienen por encima de todo historias. Algunas maravillosas, y otros de muy crueles. Victorias y derrotas. Alegrías y llantos, algunos por eso, de aquellos que te hacen aprender y crecer. Y este, es el caso de Nera Tiebwa. Una jovencísima judoca de Kiribati que con 15 años de edad debutaba en unos Juegos Olímpicos rompiendo muchos récords de precocidad.
Y esa inexperiencia le pasó factura ante la ucraniana Daria Bilodid, medallista olímpica en Tokio 2020 y que se deshizo en cinco segundos de su rival en la categoría de Judo -57kg. Agarre, Ippon y fin a los Juegos Olímpicos. Rápido, y sin miramientos.
Un durísimo golpe tras casi 15.000 kilómetros para llegar a Francia después de cruzar medio mundo. Y es que por muy duro que pueda sonar, estar en París para ella ha sido una experiencia espectacular, un sueño cumplido y que le servirá de experiencia de cara a los JJOO de Los Ángeles 2028.
Porque más allá de haber competido en París 2024, Tiebwa tuvo el honor de ser la abanderada de su delegación en la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos y portar la bandera de su país por el Río Sena.
Kiribati, que ha sido una de las delegaciones que menos atletas ha mandado a París, con solo tres deportistas que han recorrido medio mundo, nunca ha ganado una medalla olímpica. El resto de participantes que lucharán por dejar a Kiribati lo más alto posible son Kaimauri Erati (Harterofilia)
y Kenaz Kaniwete (Atletismo).