Panathinaikos, Ataman y una historia que busca final feliz
Llegó este verano a Grecia después de haber triunfado con Efes. Ataman logró ganar dos Euroligas con el conjunto turco y se aventuró en un nuevo proyecto que no era fácil. La presión era el principal hándicap para un equipo que se gastó mucho dinero con tal de poder hacer frente y competir con los grandes equipos de Europa. Todo con un solo objetivo, volver 12 años después a estar en una nueva Final Four.
Y si, Ataman y Panathinaikos lo lograron. Una historia con final feliz, pero a la que todavía se le busca añadir un nuevo capítulo. El capítulo final, el de llevar al equipo del OAKA al mismo sitio donde llevó a Efes, a lo más alto del podio. Los griegos volverán a estar en una nueva F4 y viajarán a Berlín para pelar por ganar la Euroliga. ¿Difícil? Sí. ¿Imposible? No. Y es que este equipo ya ha demostrado este año que es capaz de absolutamente todo.
Porque si alguien ha creído y confiado en el proyecto desde que empezó ha sido el propio entrenador. Después de la derrota en el primer partido de Playoff ante Maccabi, donde la película se ponía complicada para Panthinaikos, Ataman salió en rueda de prensa y convencido dijo: “Quiero decir a todos los que estáis aquí que vamos a ir a la Final Four, lo prometo. No importa el 0-1, iremos a la Final Four y si no vamos, no estaré en Panathinaikos la próxima temporada”.
Una promesa arriesgada, pero que derrochaba confianza por los cuatro costados. Una frase de la que no se olvidó un Ataman que tras la clasificación para la Final Four y entre risas en la rueda de prensa, comentó que “encontramos la manera de ganar y dije después del primer partido que perdimos que iríamos a la Final Four, así que estaré con vosotros en Atenas, en el Panathinaikos el próximo año”.
Un éxito que ha costado mucho trabajo. Para llegar aquí, los griegos han tenido que sufrir más de los esperando durante todo el año. Incluso en tramos de la temporada hubo quien puso en duda la capacidad de Ataman para liderar el proyecto porque el año no empezó nada bien.
Panathinaikos perdió la Supercopa y contra Olympiacos en el primer partido de Euroliga. Pero aun así el equipo siguió trabajando y soñando por tratar de lograr estar donde está a día hoy. Pero el libro todavía no está acabado. Ataman busca la séptima estrella para Panathinaikos, la séptima Euroliga tras muchos años en blanco. Una motivación que comparte toda la ciudad que viste de verde, y que llenará Berlín para qué la historia que busca final feliz entre Panathinaikos y Ataman termina en gloria europea.
