Panathinaikos derrota al Madrid en la final y es el nuevo campeón de la Euroliga
Panathinaikos es el nuevo campeón de la Euroliga después de superar al Real Madrid en la final (80-95) y vuelve a reinar en el viejo continente después de no hacerlo desde 2011. Con Ataman al mando, que suma su tercera estrella como entrenador, los griegos han vuelto a lo más alto del baloncesto europeo tras una final que pasará a la historia por haber sido capaces de ganar a un Madrid que había hecho una temporada espectacular.
Con un Uber Arena hasta la bandera y la afición de Panathinaikos llevando el mando en una grada repleta de aficionados griegos incansables durante todo el partido, los de Chus Mateo salieron a la final igual que en el duelo de semifinales ante Olympiacos, con absolutamente todo y con ganas de romper lo más pronto posible el partido.
El Madrid llevó el mando del encuentro durante los primeros minutos con un juego ofensivo espectacular. El equipo supo manejar el partido donde quería, y llevó a Panathinaikos al terreno que buscaba Chus Mateo. Haciendo gala de un potencial único en Europa, con Musa y Campazzo sumando por todos los costados, los blancos se fueron al final del primer cuarto mandando 36-25.
Sin Tavares, que se cargó con dos faltas muy pronto y prácticamente no jugó en toda la primera mitad, Ataman buscó en Mathias Lessort la solución para tratar de hacer daño al Madrid y volver a meterse en el partido. Todos los balones en ataque pasaban por las manos del francés que bailó constantemente con su compatriota Poirier.
Los griegos poco a poco consiguieron ir recortando diferencias en el marcador pese a que el Madrid, a la que Panatahinaikos apretaba un poco, volvía a sacar el rodillo. Los del OAKA se colocaron solo uno abajo a falta de poco más de un minuto para el final de la primera mitad, pero de nuevo, dos triples del Madrid distanciaban al conjunto blanco en el marcador hasta los +8. Una diferencia que se recortaría en dos puntos gracias a una canasta sobre la bocina de Sloukas.
Pero ahí no acabó la reacción de Panathinaikos. Los de Ataman, que es sin duda el gran héroe de este equipo junto a Sloukas, que fue elegido MVP, salieron en la segunda mitad con una cara completamente diferente a la del primer tiempo. Fuertes y agresivos en defensa, lograron parar a un Real Madrid al que no le salían las cosas.
Al final del tercer cuarto, los griegos ya mandaban en el marcador y a partir de ahí, el partido empezó a coger un color verde que pintaba mal para el Madrid. Con siete puntos en el tercer periodo, y 19 en el último, y con un porcentaje de acierto bajo, Panathinaikos aprovechó para pegar el golpe final que les proclamaba campeones de Europa.
Los últimos minutos, y con Ataman ya celebrando en el banquillo con sus jugadores y una afición enloquecida en las gradas con el triunfo de su equipo, se cerraba una Euroliga que deja al Real Madrid la sensación de que en este deporte, 20 minutos malos echan por tierra todo el trabajo de toda la temporada.