Para encontrar el origen de las disputas entre Valentino Rossi y Marc Márquez hace falta retroceder hasta 2014. Entonces Marc ya había irrumpido en MotoGP y se dirigía con paso firme hacia su segunda corona en la categoría reina.
Rossi, con 9 títulos en su haber, ya había asentado los cimientos de su leyenda y era el gran referente de una parrilla en la que también había otras estrellas como Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa, y a la que ahora se le añadía un ingrediente más con un Márquez arrollador.
En sus comienzos, ambos mantenían una buena relación. Rossi había sido uno de los grandes ídolos de Marc desde pequeño y el italiano no dudó en apadrinar al catalán, convertido en la nueva gran sensación del Mundial de MotoGP.
Ambos protagonizaron celebraciones icónicas como la de Laguna Seca, donde Márquez hizo un adelantamiento sobre Rossi en el sacacorchos que recordó al del italiano sobre Casey Stoner.
Pero a finales de 2014, su amistad empezó a fracturarse. Tras la carrera de Misano, Valentino invitó a Marc a su rancho para pasar un día entre amigos. En ese escenario ocurrió algo que cambiaría para siempre su relación.
Márquez explicó después lo bien que se lo había pasado ese día y el pique sano que mantuvo con Rossi. El de Cervera estableció un nuevo récord del circuito de Rossi, pero añadió que fue el italiano el que acabó ganando la carrera. Años más tarde, el catalán agregaría que desde ese momento su relación nunca volvió a ser la misma.
En lo deportivo, ese 2014 Márquez consiguió su segunda corona en MotoGP, pero en 2015 su Honda no parecía tan competitiva en comparación a las Yamaha de Rossi y Lorenzo, quienes estaban en mejor posición para competir por el título.
Después de varias temporadas alejado de las victorias, Rossi vio una oportunidad de oro para logar su ansiado décimo Mundial. Así que decidió poner toda la carne en el asador para lograrlo. En su trayectoria, Rossi se había mostrado dispuesto a todo por conseguir la victoria y acostumbraba a sembrar polémicas para desestabilizar a sus rivales fuera de la pista. Ese año, pese a que Lorenzo era su principal rival, encontró en Márquez a su gran conspirador.
Ya con su relación tocada, el choque entre Rossi y Márquez en Argentina haría explotar el conflicto. El italiano venía remontando y logró alcanzar a Marc en el primer puesto. Lo pasó a dos vueltas para el final, pero el de Honda cometió el error de querer devolverle la pasada a Rossi, tocándose y cayéndose al suelo.
El segundo asalto entre ambos llegaría en Assen, donde Rossi también ganó la carrera tras tener que recortar la última curva por un toque con Márquez. En la sala de prensa volaron los cuchillos y ese pique acabó favoreciendo a Lorenzo, quien poco a poco fue remontando en el campeonato.
En Phillip Island Rossi acabó por desquiciarse acusando públicamente a Márquez de favorecer a Lorenzo. En aquella cita, Marc parecía tener mucho más ritmo que sus rivales, pero la carrera acabó desarrollándose en una batalla a cuatro entre Rossi, Márquez, Lorenzo y Ianone. El catalán se llevó el gato al agua con una última vuelta espectacular, superando a Lorenzo en la última curva y quitándole cinco puntos al balear en la lucha por el Mundial. Aún así, Rossi se cebó con Márquez y desató una tormenta mediática conta él.
Aún quedaba un último capítulo y este tendría lugar en Sepang, Malasia. Rossi llegaba 11 puntos de ventaja antes de las dos últimas carreras del año, pero toda su atención pareció estar enfocada en remarcar la supuesta conspiración para no permitirle ganar su décimo título mundial, un pacto entre españoles para boicotearle y favorecer a Lorenzo.
En carrera, Pedrosa y Lorenzo parecían tener algo más de velocidad que Rossi y Márquez y se marcharon camino de la victoria. El italiano acabó por perder los papeles tras enzarzarse en una batalla con Márquez. El catalán estuvo muy combativo en su cuerpo a cuerpo con un Rossi nervioso al ver cómo se marchaba Lorenzo. El resultado fue un cóctel explosivo que acabó con el italiano arrinconando a Marc en una curva y con el famoso toque que le llevó al suelo.
Esa acción acabó condenando todas las opciones de Rossi para ganar el título. Dirección de carrera no fue lo suficientemente valiente como para sacar bandera negra y descalificar al italiano, que sumó un tercero en Sepang. En vez de eso, le penalizaron con salir último en la carrera definitiva en Valencia, quedándose sin opciones ante un Lorenzo que logró su tercera corona en MotoGP.
Desde ese año, la relación entre Rossi y Márquez fue inexistente, con ambos pilotos evitándose y sin saludarse públicamente. Marc estaba en su momento dorado enlazando cuatro Mundiales seguidos y de por medio se había producido algún que otro toque con Rossi, aunque finalmente en 2019 sí hubo una encajada de manos.
Todos creían que habían puesto punto final a su conflicto, pero una vez retirado, Rossi siguió alimentando sus diferencias con Márquez. Cada entrevista se convirtió en una excusa para resaltar la supuesta falta de deportividad del español, que siempre ha intentado ser más correcto en sus palabras.
Sea como sea, la guerra entre Márquez y Rossi parece lejos de terminar, generando uno de los conflictos más mediáticos de la historia de MotoGP.
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