La peor pesadilla de Felipe Massa aún le persigue
De tener un título mundial a perderlo en solo un instante. Así se podría definir Felipe Massa el Gran Premio de Brasil de 2008. El piloto brasileño cruzó la línea de meta y empezó a festejar una corona que apenas le duró 40 segundos, los que tardó Lewis Hamilton en terminar la carrera con un último adelantamiento de infarto que le valió para ser campeón. El inglés supo manejar una situación caótica y la fortuna le sonrió, mientras que al paulista solo le quedó amargura y decepción.
Han pasado 15 años de esa carrera y muchos tienen muy presente lo acontecido. Fue un desenlace de temporada agónico y emocionante, con la lluvia haciendo acto de presencia y provocando una revolución que acabó con el milagro de Hamilton para iniciar la que sería una trayectoria de leyenda. Aquel día sigue siendo la gran pesadilla de Felipe Massa, que nunca más pudo volver a tener opciones reales de coronarse.
El brasileño necesitaba ganar y esperar que Hamilton terminase en sexta posición o peor. El piloto de Ferrari se mostró intratable en su casa; consiguió la Pole mientras el inglés clasificó su McLaren en cuarto lugar.
En carrera, una lluvia repentina obligó a retrasar la prueba diez minutos, permitiendo a los equipos montar los neumáticos intermedios en lugar de los de seco. En la salida, Massa y Hamilton conservaron sus posiciones y la pista fue secándose hasta que todos los equipos cambiaron a neumáticos de seco en sus respectivas paradas a boxes.
Pero la lluvia volvió para amenizar unas últimas vueltas llenas de tensión. Los primeros clasificados fueron pasando por boxes para volver a colocar compuestos intermedios, todos a excepción de Timo Glock, quien decidió seguir con los de seco. El alemán de Toyota pasó de ser séptimo al cuarto lugar. Massa siguió en cabeza, pero Hamilton empezó la última vuelta en sexta posición.
Massa pasó la meta en primera posición y la alegría en Ferrari se desató sin freno. El brasileño era matemáticamente campeón del mundo, hasta que Hamilton hizo magia. El inglés aprovechó que la llovizna se intensificó y envió al traste la estrategia de Glock, que vio como el McLaren del británico le adelantaba en la última curva para conseguir el quinto puesto y el título mundial.
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— Formula 1 (@F1) November 2, 2022
Nada más que Hamilton cruzó la meta, la noticia corrió como pólvora por el box de Ferrari. Massa no era campeón y las caras de los integrantes de la escudería italiana reflejaron el tremendo chasco que se llevaron. La más recordada quizás sea la del padre de Felipe, que no entendía cómo voló el título para su hijo.
Massa llegó a tocar el cielo, pero la gloria se la llevó Hamilton en un final para la historia. Desde entonces, ese mal trago acompaña al brasileño y ya van 15 años con dicha pesadilla.