Sergio Llull, las ‘mandarinas’ y un récord que no tiene techo
Si algo nos dejó los Playoffs de la Euroliga, fue ver como Sergio Llull se convertía en el máximo triplista de la historia de la Euroliga después de superar a Juan Carlos Navarro. Con su canasta número 624 de tres durante el partido ante Baskonia en el WiZink, el balear superaba a La Bomba y pegaba el zarpazo definitivo para situarse en lo más alto del ranking. Un récord que llevaba mucho tiempo buscando después de anotar su primer triple un 23 de octubre de 2008 en la que fue la primera jornada de Euroliga frente al Panionios griego.
Desde entonces, Lull ha ido incrementando sus números desde los 6’75 y se ha convertido en uno de los mejores triplistas de la historia de la competición. Necesitó 1870 lanzamientos de tres para superar a Navarro, lo que equivale a un 33’4% de acierto. Y pese a que nivel porcentual está por debajo del catalán, que cerró su carrera con un 37’3% de efectividad desde la línea de tres, Llull quiere seguir ampliando distancias con un el ex jugador del Barcelona y asegurarse el récord durante años.
“Me siento aliviado porque llevaba meses en los que la gente me lo recordaba. Estoy muy contento y orgulloso de estar ahí, de encabezar esa lista, de pasar a una leyenda como Juan Carlos Navarro, a quien siempre he tenido como referente. Contento por el trabajo y ahora toca seguir”, comentó Llull tras el partido ante Baskonia, donde superó la marca de Navarro.
Quien también habló de esta marca fue su entrenador, Chus Mateo. El técnico blanco se deshizo en elogios hacia el balear y dijo que “se acaban los calificativos con Sergi. Es un jugador que cuando pase el tiempo nos acordaremos de él como uno de los mejores jugadores del mundo. El día que se retire será uno de esos jugadores a los que haya que ponerle una estatua a la entrada del WiZink Center porque es una locura de jugador”.
La gran pregunta es hasta dónde puede llegar Llull. El jugador del Real Madrid sabe que por detrás vienen apretando con fuerza, sobre todo Scottie Wilbekin. Pero la sensación es que al español todavía le queda cuerda para rato el Real Madrid para seguir ampliando una marca que, al no ser que lo remedie el norteamericano, tardará muchos años en poder superarse.
Tras ser pieza clave la temporada pasada con la canasta ganadora que le dio la Euroliga al conjunto blanco en la final frente a Olympiacos, el base del Real Madrid vive con ganas la semana previa a la cita más importante de la temporada. Y es que Llull se ha convertido en emblema blanco, en parte del escudo de este club, y ahora quiere que sus ‘mandarinas’ vuelvan a guiar al equipo madridista hacia una nueva Copa de Europa.