Ten Hag, con la soga al cuello
El río baja revuelto en Old Trafford, donde se vive una pesadilla a raíz de los dos últimos resultados del equipo. El Manchester United viene de perder el derbi ante el City el pasado fin de semana y este miércoles cayó en Carabao Cup (Copa de la Liga) a manos del Newcastle, ambos por el mismo resultado, un bochornoso 0-3 que ha generado un incendio mayúsculo entre los ‘red devils’.
El malestar en el United es evidente y todas las miradas apuntan a una sola persona: Erik Ten Hag. El técnico neerlandés venía cuestionado después de un inicio de temporada irregular y los dos últimos tropiezos lo dejan con la soga al cuello. Las voces pidiendo su cabeza no paran de multiplicarse a pesar de que el ex del Ajax siga recalcando su compromiso y su voluntad de revertir la situación.
“Soy un luchador. Sé que no siempre salen bien las cosas, pero sí, sigo con confianza. Puedo hacerlo (cambiar la dinámica). En todos mis clubes lo he hecho y el año pasado aquí también. Ahora mismo estamos en un mal lugar y, como dije, me hago responsable de ello. Lo veo como un reto. Soy un luchador y estoy en la lucha compartiendo responsabilidad con mis jugadores. Estamos unidos y lucharemos juntos para conseguir mejores resultados”, indicó Ten Hag tras la debacle copera de su equipo.
La paciencia con Ten Hag se agota después de ver como el equipo no logra tener consistencia. En la Premier acumula cinco derrotas en diez partidos -el resto son victorias- y se muestra como un conjunto de contrastes. Si no gana, pierde. Y viceversa. El juego es totalmente inconexo, con algunos momentos excelentes y otros que son de verdadero terror, dejando al técnico totalmente expuesto y al borde de la destitución.
El malestar con el entrenador se va incrementando y hay quien asegura que ha perdido la confianza de su plantilla. Algunas decisiones no han gustado y está desgastando la figura de un Ten Hag que el curso pasado consiguió revertir la dinámica volátil del United.
Parece complicado que el club vaya a despedir a Ten Hag en las próximas horas dado el elevado finiquito que tendría que abonar. Se especula con que echar al neerlandés le costaría al United la friolera 17 millones de euros, por lo que de momento parece que alargará un poco más la confianza a un entrenador que pese a todo se encuentro en peligro. Si este fin de semana no se impone al Fulham, el ex del Ajax podría despedirse prematuramente del banquillo de Old Trafford. Como siempre, será el balón el que determine su futuro.
