El Chelsea, una calamidad de 1.000 millones en fichajes
El Chelsea lleva tiempo sin levantar cabeza. Por muchos millones que se inviertan desde la llegada de la nueva propiedad, encabezada por Todd Boehly, el conjunto ‘blue’ sigue sumido en su particular calvario, agravado con la goleada sin paliativos del Liverpool (4-1) y el desastre en Wolverhampton (2-4) que dejan muy tocados a los de Mauricio Pochettino. Si el año pasado se quedaron fuera de Europa, este curso marchan irremediablemente por el mismo camino: ocupan un bochornoso undécimo puesto, están a 20 puntos del líder y a 13 de los puestos de competición europea. Una calamidad.
El conjunto de Stamford Bridge tiene una de las plantillas más caras de la historia y sin embargo no da con la tecla para hacer funcionar el equipo. No hay duda de que por falta gasto no ha sido. En la era Boehly, el club inglés lleva invertidos casi 1.080 millones de euros en fichajes en las cuatro últimas ventanas de traspasos, un despilfarro sin precedentes con pírricos resultados.
Millonarios refuerzos
121 millones de euros en Enzo Fernández, otros 116 por Moisés Caidedo o los casi 100 de Mihailo Mudyk son algunos ejemplos de cómo Boehly ha atacado el mercado de fichajes. El estadounidense, ávido de protagonismo, desembarcó en el Chelsea tirando de chequera, pero su faraónico proyecto está evidenciando que los equipos no se crean de la noche a la mañana con fichajes rimbombantes.
Ni la llegada de Pochettino como timonel desde el banquillo ha tenido el impacto deseado. Si bien es cierto que las últimas semanas los ‘blues’ habían mostrado una pequeña mejora enlazando tres victorias consecutivas antes de los varapalos contra Liverpool (4-1) y Wolves (2-4), estas llegaron ante equipos débiles como Crystal Palace, Luton y Fulham. Sorprendentemente, el argentino sigue teniendo crédito para seguir, aunque no alcanzar plazas de competición europea sería un nuevo jarrón de agua fría para un equipo diseñado para las máximas aspiraciones.
Por el momento, este curso tiene tintes de fracaso para el Chelsea, que en este mercado invernal ha optado por no realizar ninguna inversión en fichajes. Por primera vez, Boehly ha entendido que es mejor trabajar con los actuales mimbres. Eso, o que se ha quedado ya sin dinero. Sea como sea, los ‘blues’ no despiertan de una millonaria pesadilla.
