El fútbol español sigue en una nube
Hay quien pensaba que nunca se iba a salir del bache. Pero nada más alejado de la realidad. La regeneración en el fútbol español ha sido total y los recientes triunfos en la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de París auguran un presente y un futuro brillantes. Atrás quedan los años donde se encadenaban decepciones y se tiraba de nostalgia de aquel ciclo ganador que arrancó en 2008. Fin. Ahora sólo existe alegría y el convencimiento de que los títulos son posibles.
La selección española venía de un período amargo. Una resaca eterna que duró 11 años. España se encaramó a lo más alto con un ciclo ganador sin precedentes, levantando la Eurocopa de 2008, el Mundial 2010 y la Euro de 2012. Aquella generación de futbolistas se creía invencible hasta que llegó el desastre en Brasil 2014, cuando no fueron capaces de superar la fase de grupos de esa Copa del Mundo.
Se abrió así un proceso de regeneración que muchos cuestionaron. Julen Lopetegui, el sustituto de Vicente del Bosque en el banquillo de La Roja, parecía ir en la dirección adecuada (no perdió ni un partido), pero su abrupta salida justo antes del Mundial 2018 volvió a sumir a España en la incertidumbre.
Llegó el periplo de Luis Enrique, quien acabó con los vestigios del pasado y sentó las bases de una selección que ha tardado algo más de lo esperado en volver a llegar a la cima. El período del asturiano también estuvo marcado por una tragedia personal que interrumpió su trabajo, aunque bajo su mando se volvieron a disputar finales.
El giro de tuerca definitivo llegó de la mano de Luis de la Fuente, que resistió el tsunami de Luis Rubiales y devolvió los títulos a la selección. Las conquistas de Nations League y la cuarta Eurocopa fueron brillantes, pero el técnico vasco ya venía de ganar copas con la Rojita.
Con la Sub-19 levantó un europeo en 2019 y en 2021 consiguió la plata olímpica con la Sub-23. Ya en la Absoluta, promocionó talentos como Iñaki Williams o Lamine Yamal, ahora indiscutibles, y también dejó un legado en las inferiores que Santi Denia ha sabido exprimir en la reconquista del oro en los Juegos 32 años después del triunfo en Barcelona 1992.
Ese hito permite a España soñar a lo grande. Tiene una generación de futbolistas jovencísima que ya ha demostrado ser capaz de ganar, pero por debajo también llegan nuevas hornadas deseosas de hacerse un hueco en la élite.
También en la modalidad femenina se está atravesando un ciclo ganador. A pesar de la decepción en los Juegos de París, donde se quedaron sin medalla, las jugadoras de la selección española hace años que vienen rompiendo moldes. El año pasado ganaron el Mundial y luego también levantaron la Nations League, unos éxitos sin precedentes que se unen a los conseguidos por sus homónimos masculinos.
También la Sub-19 fue campeona de Europa este 2024 y en 2023 la Sub-21 fue subcampeona de Europa.
España vive un momento muy dulce y los éxitos recientes sitúan al fútbol español en una nube. A disfrutarlo.