El pedido de pilotos y equipos a la FIA de cara a 2026
El centro de gravedad lo es todo en un deporte como la Fórmula 1, sobre todo teniendo en cuenta las características de los actuales monoplazas de efecto suelo, cuyo mejor rendimiento lo obtienen entre más bajos y compactos sean, situación que provoca que los pilotos sufran daños físicos durante las carreras.
Según informaciones de Motorsport, el tema ya se ha tratado en reuniones de la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA), donde se ha solicitado que se tome acción en torno a esto. De hecho, Max Verstappen decidió hacer del conocimiento de la FIA el tema durante el pasado Gran Premio de Baréin, buscando que el reglamento que entra en vigor en 2026 contemple soluciones al problema.
En declaraciones a la BBC, el tricampeón del mundo puso el foco en el daño que sufren los pilotos durante el ejercicio de su labor: “Al final de la recta con carga completa, el impacto es demasiado alto con las alturas de pilotaje bajas”, explicó Verstappen.
Por su parte, Lando Norris se pronunció sobre los estragos que siguen padeciendo él y sus colegas en coches de estructura tan rígida y pilotando tan cerca del suelo.
“Hay ciertos momentos en los que empieza a pasar factura. Está claro que no es tan malo como hace dos años, las cosas han mejorado desde entonces respecto al porpoising y todo eso. Pero todavía tienes que llevar los coches muy bajos y rígidos, y todas esas cosas. Y eso te pasa factura”, señaló el piloto inglés de McLaren.
Una vez que la FIA ha comenzado a confeccionar el reglamento que entrará en uso a partir de 2026, la confianza está puesta en que los fabricantes consideren este tipo de cuestiones a la hora de amalgamar los elementos de los nuevos monoplazas. Andrea Stella, director de McLaren, no ve justificación para que las cosas sigan inalterables en ese sentido.
“Todas esas lecciones deberían tenerse en cuenta a la hora de diseñar el reglamento de 2026. Será un inconveniente y un trabajo incompleto si, en 2026, los coches tienen problemas similares a los de 2022, o si volvemos a tener problemas imprevistos, porque aún tenemos tiempo para estudiar, e incluso las herramientas dentro de unos años se mejorarán aún más”.
“Por momentos fue una incomodidad para los pilotos, y por momentos fue extremo. Y a veces era peligroso porque los coches se volvían bastante inestables. Así que tenemos que aspirar a estar en mejor forma. Y ahora tenemos las herramientas para hacerlo”, puntualizó el dirigente, quien también afirmó que “el reglamento de 2022 sorprendió con algunos retos imprevistos”, cosa que en aquel momento hizo difícil que se pudiera predecir del todo el comportamiento de los monoplazas de nueva generación.
