Australia derrotó 31-0 a Samoa Estadounidense en un partido eliminatorio rumbo a la Copa del Mundo de República de Corea y Japón 2002. | Fuente: Imago – imago/MIS Socceroos.
Australia derrotó 31-0 a Samoa Estadounidense en un partido eliminatorio rumbo a la Copa del Mundo de República de Corea y Japón 2002. | Fuente: Imago – imago/MIS Socceroos.

Historia y datos de la mayor goleada jamás registrada

Fútbol Héctor Alcaraz abril 19, 2024

El 11 de abril de 2001 es una fecha que quedará para la posteridad como aquella en la que Australia le infligió a Samoa Estadounidense la mayor goleada de la historia del fútbol asociación: 31-0. A propósito de ello, hablaremos de todo lo que tuvo y ha tenido que ver con aquel partido.

La primera pieza del rompecabezas que explica semejante marcador la podemos encontrar en la decisión de la Confederación Oceánica de Fútbol (OFC) de modificar el formato de clasificación a la Copa del Mundo.

Hasta el proceso eliminatorio rumbo a Francia 1998, Australia, Nueva Zelanda, Fiyi y Tahití estuvieron exentas de disputar la primera fase clasificatoria, cosa que cambiaría en el camino a República de Corea y Japón 2002, de manera que las cuatro grandes pudieran enfrentarse a las menos desarrolladas desde el inicio de las eliminatorias.

Tonga, la primera vapuleada

Tras llevarse a cabo el cambio de formato, se crearon dos grupos de cinco selecciones, en los que las representaciones más pequeñas inevitablemente fueron emparejadas con los grandes cocos oceánicos, especialmente Australia, que comía aparte dentro de aquella confederación.

Los ‘Socceroos’ no tardaron en mostrar que no estaban para bromas y aplastaron 22-0 a Tonga. Aquel diferencial dinamitó el anterior récord mundial en marcadores en el ámbito internacional, mismo que databa del año 2000, cuando Kuwait le endosó un 20-0 a Bután.

Dos días después, llegaba el encuentro entre Australia y Samoa Estadounidense. Y aquí viene la segunda pieza que ayuda a completar este puzzle, pues para Samoa Estadounidense era apenas su primera participación en unas eliminatorias mundialistas. Samoa Estadounidense ya caído 3-1 contra Samoa Occidental, en un partido por los Juegos del Pacífico Sur de 1983, no obstante, no obtendría el reconocimiento de FIFA sino hasta 1998.

Problemas migratorios y exámenes finales

El tercer punto argumental recae en que, debido a problemas con los pasaportes, sólo el portero Nicky Salau podía viajar para el cotejo frente a Australia, en una convocatoria original que incluía a veinte jugadores. Para colmo de males, los elementos del equipo sub-20 debían presentarse a sus exámenes finales de bachillerato, por lo que el seleccionador, Tony Langkilde, no pudo echar mano de ellos.

Como resultado de ello, Samoa Americana saltó al césped con un once que únicamente promediaba los 18 años, habiendo incluso tres futbolistas de apenas 15 años. Aquel 11 de abril todo estaba servido para un resultado sin precedentes.

Profesionales contra estudiantes

Un contraste fortísimo. Por un lado, un equipo que contaba con algunos futbolistas de ligas europeas, llegando incluso algunos de ellos a jugar en la Bundesliga alemana o la Premier League inglesa. Por el otro, un equipo de escolares, muchos de los cuales ni siquiera habían disputado aún un partido de noventa minutos.

La consecuencia de todos estos elementos fue un 31-0 que sigue siendo hasta nuestros días el marcador más abultado jamás conseguido en un partido entre combinados nacionales. Eso sí, al novel representative siempre le quedará la “satisfacción” de no haber concedido el primer tanto hasta llegado el décimo minuto de partido.


Se sienta un precedente histórico

La decisión de la Football Australia de moverse a la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) tiene evidentemente que ver con la insultante diferencia entre Australia y el resto (incluida, aunque en menor medida, Nueva Zelanda), como aquel 31-0 certificó.

A partir de ahí, fue Nueva Zelanda la que tomó la batuta como la dominadora del fútbol oceánico, clasificando a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, e incluso siendo -¡oh sorpresa!- la única selección que no cayó durante aquel Mundial. Eso sí, sus tres empates en el sector de Italia, Paraguay y Eslovaquia tampoco le sirvieron para superar la fase grupal.

En cualquier caso, de ninguna manera se puede decir que los ‘All Whites’ dominen la región de la manera que Australia lo hacía. De hecho, Nueva Zelanda cayó por 0-2 ante Nueva Caledonia en la semifinal de la Copa de Oceanía 2012, lo que le imposibilitó asistir a la Copa Confederaciones de Brasil 2014, a la que finalmente se presentaría Tahití tras superar a los neocaledonios en la Final continental.

Para darnos una idea del nivel de la Confederación Oceánica, Tahití se convertiría en el peor participante en la historia de las Copas Confederaciones, luego de perder 1-6 contra Nigeria, 0-10 ante España y 0-8 frente a Uruguay.

¿Qué pasó después con Samoa Americana?

Más allá de la deshonra del marcador, se puede decir que el 31-0 adverso frente a Australia fue un aprendizaje histórico para Samoa Americana, que ganó el primer partido internacional de su historia en noviembre de 2011 contra Tonga (2-1). Aquel triunfo fue el preámbulo a dos éxitos consecutivos en 2018, mismos que se produjeron ante la propia Tonga, por idéntico marcador, y frente a Islas Cook, por 2-0.

El caso de Archie Thompson

Uno de los nombres propios de aquel 31-0 fue Archie Thompson, quien marcó trece goles, ¡sí, tal como lo leen: cuatro hat-tricks y un golito extra! El delantero australiano llegó a marcar catorce goles en veintinueve partidos con el Lierse (2001-05), durante una temporada en la Primera División de Bélgica.

Registros como ese le ayudaron a dar el salto al PSV Eindhoven en 2005, de donde finalmente regresaría al fútbol australiano tras no triunfar. De vuelta en casa, Thompson ayudó al Melbourne Victory a consagrarse campeón nacional en tres ocasiones.


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