Jannik Sinner tras derrotar a Novak Djokovic / Fuente: Imago
Jannik Sinner tras derrotar a Novak Djokovic / Fuente: Imago

Jannik Sinner, mentalidad de campeón

Otros deportes Alex Carrasco febrero 23, 2024

Es el hombre de moda en el circuito de tenis ATP, y viendo como están sus compañeros actualmente, el gran favorito para volver a destronar a Novak Djokovic del número 1 del mundo. El italiano ya está situado en tercera posición en el ranking, solo por detrás del serbio y de Carlos Alcaraz, y viene apretando con fuerza. Su última victoria en Róterdam, ganar la Copa Davis con Italia y el Open de Australia, y el no haber perdido un partido desde la final de la Copa de Maestros ante Nole, le han permitido dar un paso adelante a nivel de confianza.

Pero todos los éxitos de Sinner van de la mano de una cabeza extraordinaria. El italiano, en una entrevista para Vanity Fair Italia, sacó su lado más humano. “Mis mejores amigos siguen siendo los del colegio, se pueden contar con los dedos de una mano. Les da igual lo famoso que sea o lo que haya ganado. Quiero proteger a las personas más cercanas a mí, mantenerlas al margen. Lo vivo como una pequeña tarea a realizar, casi un deber. Ellos me ayudaron cuando era joven a ganar confianza en mí mismo, y ahora quiero protegerlos yo de alguna manera”, explicaba el italiano.

Además, también explico como es gestionar de la noche a la mañana a nivel económico todos los éxitos conseguidos. “Antes de comprar algo, siempre miro el precio. Si voy a un restaurante y la pasta con salsa de carne cuesta mucho más que la pasta con salsa de tomate, me pido la que tiene salsa de tomate. No porque sea tacaño, sino porque respeto el dinero. El único regalo que me he hecho es el coche. Es bonito, pero tampoco pienses que es un Ferrari, un Lamborghini o un Maserati”.


Otro de los temas es si es o no el gran rival a batir por sus rivales. Sinner tiene claro que “rival a batir es una gran palabra. Todavía tengo que seguir trabajando, prepararme para todo. A estas alturas los rivales me conocen bien, incluso mis puntos débiles. Si miro atrás, sé que he recorrido un largo camino, pero no quiero parar. Todos los partidos que ganas, no los ganas el día que se juegan, se ganan preparándose durante meses, quizá años, trabajando para ese encuentro. No tengo miedo al fracaso, no pienso en ello”.


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