Desde su marcha al LIV Golf, no ha parado de llover para Jon Rahm. | Fuente: Imago – Joe Robbins/Icon Sportswire.
Desde su marcha al LIV Golf, no ha parado de llover para Jon Rahm. | Fuente: Imago – Joe Robbins/Icon Sportswire.

La indigestión de Jon Rahm

Golf Héctor Alcaraz mayo 29, 2024

Hay momentos de la historia que lo cambian todo. En el caso de Jon Rahm, las cosas no han ido bien -por decirlo de un modo poco catastrofista- desde su cambio al LIV Golf en diciembre pasado. El León de Barrika no ha ganado aún en la gira saudí y sus prestaciones, tanto en el Masters de Augusta como en el PGA Championship, han estado muy lejos de ser las mejores.

La sanción del PGA Tour

Para el golfista vasco las cosas se torcieron inmediatamente después de que se diera a conocer su marcha del PGA Tour al LIV Golf, en diciembre pasado. La gira clásica decidió suspenderle.

“De acuerdo con el reglamento, el jugador Jon Rahm ha sido suspendido y no es elegible para participar en torneos del PGA Tour debido a su asociación con una serie de torneos no autorizados”, indicó el organismo en un comunicado difundido a los jugadores, del cual se hicieron eco medios como la cadena estadounidense NBC.

Viaje culinario por el Augusta National

Más allá de la suspensión a la que Jon Rahm se hizo acreedor por parte del PGA Tour, su título del curso anterior en Augusta le daba un cupo en el Masters. Llegado el momento, se esperaba que el golfista de Barrika luchara palmo a palmo por la defensa de su chaqueta verde. Sin embargo, lo que se recordará sobre su participación será que él eligió el menú de la cena de campeones y poco más, después de que terminara en el puesto 40, el peor de su trayectoria en Augusta.

Un torneo maldito  

El golf español no ha tenido históricamente grandes actuaciones en el PGA Championship. Desde la primera edición del torneo en 1916 hasta la actualidad, ha pasado de todo, menos que un golfista español se proclame en la segunda gran cita de la temporada golfística. Casi como si hubiera un hechizo que no permitiera el brillo de un país que ha tenido grandes referentes en la historia del golf.

Luego de que Severiano Ballesteros fuera quinto en 1984, Sergio García se quedara a las puertas con su segunda posición en 1999 y José María Olazábal firmara un cuarto puesto al año siguiente, ahora Jon Rahm tenía la oportunidad de finalmente enterrar la maldición de España en el PGA Championship. No obstante, el vasco no superó el corte en Valhalla, un bochorno que no le ocurría en la disputa de un Grand Slam desde 2019.

Una dinámica que genera preocupación

Por si su actuación en Augusta no hubiera sido ya de por sí preocupante, la decepción de Jon Rahm en el PGA Championship ya es un indicador en forma de que, empachado por el LIV, esta no está siendo su temporada.

El aparecer en la lista de Forbes como el segundo deportista con una fortuna más prolífica en el mundo no es ni mucho menos algo que atenúe su descenso deportivo, luego de abandonar un viejo circuito en el que era ídolo y donde hoy alguno piensa incluso en “retorcerle el cuello”. Algo muy feo para un golfista con los logros y el prestigio de Jon Rahm.


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