Los defensas más goleadores de la historia: el mítico Daniel Passarella

Ronaldo regatea, corre ¡y marca! ¡Messi lo ha vuelto a hacer! Neymar: ¡el gol de la victoria! Todos hemos escuchado esas exclamaciones en los estadios de fútbol. El delantero estrella vuelve a ser el héroe del día. Pero en realidad, aún hay otros diez jugadores en el campo y, como reza el dicho: el ataque te da victorias, pero es la defensa quien te otorga campeonatos.

Para poner fin a esta injusticia en el mundo del fútbol, os presentamos una serie de diez episodios junto a OlyTV, en la que hablaremos de los defensores. Y para hacerlo más atractivo, nos centraremos en los defensas que más veces han visto puerta en la historia del fútbol.

¿Diego Maradona o Lionel Messi? Esta es una pregunta que causa gran controversia y alboroto en probablemente todos los bares deportivos de Argentina cuando se discute quién es el mejor. Sin embargo, no vamos a debatir eso. En su lugar, vamos a presentar al mejor defensa que ha vestido la camiseta de la Albiceleste: Daniel Passarella. 

 Passarella, quien este año cumplió 70 años, fue el líder que condujo a la selección argentina al título mundial por primera vez en 1978, alzando el trofeo dorado hacia el cielo como capitán. También vistió la camiseta albiceleste cuando Argentina triunfó por segunda vez, ocho años después. 

Aunque los dos títulos mundiales son la mayor contribución de Passarella al fútbol argentino, no son, ni mucho menos, su única hazaña: el defensa también marcó 175 goles a lo largo de una carrera repleta de medallas. 

Rey de River Plate 

Para Passarella, nacido en Chacabuco, un suburbio de Buenos Aires, el fútbol era inicialmente solo un juego de niños. Empezó a considerar el fútbol como una profesión a los 18 años, momento en el que fichó por el Sarmiento, un club de la ciudad vecina. Passarella defendió su camiseta durante dos años, hasta que en 1973 el prestigioso River Plate llamó a su puerta. 

Fue en los Millonarios donde realmente se forjó su nombre. Passarella se encargó de organizar y liderar la defensa de River Plate, y contribuyó significativamente a poner fin a una sequía de títulos de 18 años en 1975. 

 Un año después, River Plate, con un equipo de defensas liderado por el héroe de la historia de hoy, alcanzó la final de la Copa Libertadores por primera vez en su historia. Aunque no logró conquistar el título – en los tres partidos que disputó, triunfó el Cruzeiro brasileño -, Passarella fue elegido futbolista argentino del año en 1976 por sus hazañas. 

Durante los años siguientes, continuó dejando su huella en su país natal: Passarella se coronó campeón de Argentina con River Plate en 1977, 1979, 1980 y 1981. Sin embargo, todas esas medallas de oro quedaron eclipsadas por el título mundial de 1978. 

El primer capitán argentino campeón del mundo 

Passarella debutó con su país en 1976 y, dos años después, cuando el Mundial llamó a su puerta, ya era el capitán de la selección. En el camino hacia el título, Argentina, liderada por él, superó a Hungría, Francia, Polonia, Perú y, tras la prórroga de la final, a Holanda. 

Y como era el capitán de la selección, fue su nombre el que pasó a la historia como el primer argentino que alzó al cielo el trofeo de la Copa del Mundo. Cuatro años más tarde, Argentina no pudo defender el título, tras perder contra Italia y Brasil en la segunda fase. Sin embargo, las destacadas actuaciones de Passarella captaron la atención de la Fiorentina, que logró atraer al argentino a Europa por primera vez. 

Passarella, naturalmente, tardó algo de tiempo en adaptarse al estilo de juego europeo. No obstante, rápidamente se convirtió en un pilar fundamental de la Fiorentina. En la temporada 1985/86, su rendimiento fue tan sobresaliente que el defensor se aventuró con éxito en el ataque, anotando 11 goles al final de la temporada. Este récord solo fue superado en la temporada 2000/01, cuando Marco Materazzi marcó 12 goles con el Perugia. 

¿Mala relación con Maradona? 

Posteriormente, Passarella se unió al prestigioso Inter de Milán, donde no logró destacar. ¿El motivo? Parcialmente porque Diego Maradona, en ese mismo periodo, realizaba proezas notables con el Nápoles. 

Maradona jugó un rol fundamental en la consagración de Argentina como campeona del mundo por segunda vez en 1986. Passarella también recibió la medalla de oro, aunque este éxito tiene su otra cara.

Passarella, con su gol en la fase de grupos frente a Perú, aseguró la clasificación de Argentina al Mundial. Con todo, no participó en la fase final debido a una gastroenteritis, aunque se alega que su mala relación con Maradona pudo ser un factor determinante en su ausencia del once inicial. 

El defensa afirmó que fue la estrella del equipo quien presionó al entonces seleccionador, Carlos Bilardo, para que le dejara en el banquillo incluso después de haber superado el problema. Cuánto hay de cierto en esta historia, solo lo saben las partes implicadas. 

A lo largo de los años, se ha intentado averiguar el porqué del desencuentro entre Passarella y Maradona. Sin embargo, nunca ha lavado los trapos sucios en público. «Es privado», dijo a El Gráfico en 1995. 

Títulos también como entrenador 

Passarella culminó su carrera en River Plate, el club de sus amores, al cual posteriormente dirigió durante un breve (pero exitoso) período. Bajo su mando, el equipo se coronó campeón en los campeonatos argentinos de 1990, 1991 y 1993. 

Posteriormente, fue nombrado entrenador de la selección argentina, aunque el éxito esperado no se materializó. En 1995, conquistaron los Juegos Panamericanos y, un año después, obtuvieron la medalla de plata en los Juegos Olímpicos, pero solo llegaron a cuartos de final en el Mundial de 1998. 

En su carrera posterior como entrenador, Passarella también tomó las riendas de la selección uruguaya, del Parma en Italia y del Corinthians en Brasil, y logró el campeonato mexicano con el Monterrey. 

Sin embargo, volviendo a la carrera de Passarella como jugador, se caracterizó principalmente por ser un gran líder y un luchador. Recibió apodos como El Gran Capitán (en honor al luchador argentino por la libertad José de San Martín), El Kaiser (por Franz Beckenbauer) y El Caudillo (el jefe), precisamente por su enorme sed de batalla.  

Aunque Passarella era un defensa de baja estatura (173 cm de altura), ganó un gran número de duelos aéreos. Contribuía a ello su hábil juego con los codos: los lanzaba constantemente, pero con tal astucia que los árbitros rara vez se percataban. 

Además de marcar goles de córner, a Passarella se le encomendaban frecuentemente los tiros libres y los penales, que también resultaban útiles para incrementar su cifra goleadora. En total, el argentino anotó 153 goles (538) en su carrera en clubes, a los cuales sumó 22 tantos adicionales (en 70 partidos) con la selección argentina.