Luka Modric, el MVP más triste de la Eurocopa
Luka Modric tiene un pie y medio fuera de la Eurocopa después del cruel desenlace del Croacia-Italia. El centrocampista del Real Madrid había colocado a su selección en una posición en la que ya acariciaba el pase a los octavos de final, pero el tanto del italiano Zaccagni en el 98’ de juego propició el empate transalpino y la casi eliminación del combinado balcánico.
Por su desempeño en el partido y por su gol, Modric recibió la distinción de MVP del encuentro, aunque su cara reflejaba una tristeza profunda al saber que quizás ese fue su último partido en un europeo de selecciones.
La noche entera fue una montaña rusa de sensaciones para un curtido Modric. A sus 38 años, las ha vivido de todos los colores, pero no por haberlo experimentado antes se sienta con algo más de alivio. El golpe final fue tremendo para el madridista, deseoso de seguir jugando al máximo nivel, tanto con su club como con la selección croata.
Antes del zarpazo de Zaccagni, Modric tuvo en sus botas el 1-0 desde el punto de penalti. No acostumbra a fallar desde esa distancia, pero en esta ocasión erró el tiro. Croacia tuvo un bajón inmenso, pero allí encontraría la redención el capitán balcánico. Casi en la siguiente jugada, Modric remachó el rechace de Donnarumma para adelantar a los ajedrezados, acercar la clasificación y convertirse en el jugador más longevo en conseguir un gol en la Eurocopa.
Aunque nuevamente a Modric le esperaba otro revés. Figurando ya sustituido en el banquillo, y con los nervios de no estar pudiendo ayudar a su equipo desde el terreno de juego, el centrocampista vio como llegaba el gol del empate y se esfumaba la clasificación para la siguiente ronda.
Modric podría haber vivido su último gran baile en una Eurocopa, un pase que se saldó con un MVP amargo y triste que busca ensalzar a un futbolista descomunal.
