McLaren y Mercedes se llevaron una valiosa enseñanza de Canadá
Fue uno de los grandes premios más entretenidos de la temporada. No solo por la lluvia, sino por la alternancia en el primer puesto que protagonizaron Mercedes y McLaren en Canadá. Es cierto que volvieron a ganar Red Bull y Max Verstappen, pero esta vez parece que su ventaja en el campeonato es menos evidente que a principios de temporada.
Las evoluciones de Mercedes y McLaren parecen haber surgido el efecto deseado y ambas escuderías parecen estar en disposición de discutirle las victorias a la intratable Red Bull. En Montreal, George Russell y Lando Norris tuvieron opción de ganar, pero los errores cometidos durante la carrera imposibilitaron un resultado mejor.
Russell hizo la pole y comandó la prueba en el tramo inicial, pero la pista se fue secando y allí empezó la progresión meteórica de Norris. El inglés exprimió su McLaren, superó a Max Verstappen y luego hizo lo propio con su compatriota de Mercedes.
El gran error de Russell fue defenderse por el interior de la última chicane, donde estaba totalmente mojado. Se coló en la frenada y eso permitió que Verstappen también le superase. Allí se esfumaron sus opciones de victoria.
Con el Safety Car provocado por Sargeant llegó el clamoroso error de McLaren, que se durmió al llamar a Norris a boxes. El inglés lo hizo una vuelta después de sus competidores, un giro que tuvo que hacer detrás del coche de seguridad, perdiendo un tiempo valiosísimo que lo devolvió a la segunda plaza. La salida de los garajes fue dramática para Norris, que no pudo hacer nada para impedir ser adelantado.
Allí tomó el mando un Verstappen que iba a agarrarse con fuerza a la victoria final. Las batallitas entre Norris y Russell por el segundo puesto ayudaron al triunfo de Max, que ganó sin tener el coche más rápido en pista.
Fue una valiosa enseñanza para Mercedes y McLaren. Ambas están para ganar carreras, pero para ello deberán hacerlo sin cometer errores, tal y como hizo Red Bull y Verstappen en Canadá. La formación austríaca está mucho más acostumbrada a las victorias y eso jugó a su favor en Montreal.