Imagen del Palau durante el Barça – Olympiacos / Fuente: OlyTV
Imagen del Palau durante el Barça – Olympiacos / Fuente: OlyTV

Olympiacos asalta el Palau Blaugrana y suma el primer punto de la serie

Baloncesto Alex Carrasco abril 24, 2024

Un Palau Blaugrana absolutamente lleno sacaba a relucir las bufandas que el club regaló a sus aficionados con el lema ‘Camí a Berlín‘ en la entrada del pabellón durante el himno para tratar de crear el ambiente mágico que una noche más vivió el feudo catalán. A capela, y con 7.000 gargantas entonando el ‘Tot el Camp, es un clam’, el Blaugrana empezaba a calentar aquello que ya es más que conocido en la Ciudad Condal y que lleva el nombre de ‘La màgia del Palau’.

Todo empezaba bien, pero no terminó igual. Olympiacos asaltó el Palau Blaugrana (75-77) y sumó el primer punto de la serie de Playoffs de la Euroliga en un partido donde el conjunto catalán fue prácticamente siempre a remolque y no acabó de encontrar la fórmula para meter mano a los de Bartzokas que ahora, con el factor cancha a su favor, trasladan toda la presión al Barça.

Y eso que Olymapicos notó al principio las bajas. Todo pasaba por manos de Fall que terminó el primer cuarto con 10 puntos. Un cara a cara brutal con Jabari Parker, que empezó siendo el más fuerte de un Barça que llegó a estar hasta siete puntos por debajo en el marcador en un mal inicio culé. Al final de los primeros diez minutos, el equipo de Roger Grimau perdía solo de un punto gracias a una canasta sobre la bocina de Alex Abrines que permitía rebajar la ventaja que tenían los de Bartzokas en el marcador.

El balear empezaba a calentar la muñeca, y con un triple al inicio del segundo periodo desde la esquina ponía por primera vez en el partido al Barça por encima en el luminoso. A partir de ese momento, el equipo empezó a sentirse más cómodo sobre la pista, y una vez más Abrines volvía a enchufar desde los 6,75 para levantar a un Palau muy metido en el partido durante los cuarenta minutos.

El partido, y la igualdad que había lo requería. La afición debía jugar un papel clave, ya lo decía Roger Grimau en la previa del partido. Olympiacos apretó el acelerador y logró un parcial a favor de 4-12 que obligaba al técnico catalán a parar el partido. El Barça buscaba reacción, pero justo la acción posterior fue castigada con antideportiva a favor de los griegos.

Algo que nadie en el banquillo azulgrana buscaba, pero que sirvió para encender a un Palau que sonó como nunca con una pitada monumental durante los dos tiros libres, el posterior ataque de los griegos y la protesta por una más que rigurosa falta en ataque en contra. La llama volvía a encenderse pese a que el equipo de Bartzokas continuara escapándose en el marcador hasta llegar al 35-44 con el que terminaba la primera mitad.

La segunda mitad arrancaba con un Barça incapaz de recortar diferencias en el marcador y con los árbitros señalando una técnica a Olympiacos de aquellas que se conocen como ‘compensación por lo anterior’. Y es que el arbitraje dejó mucho que desear en el Palau Blaugrana. Los minutos pasaban y los de Grimau no daban con la tecla. Cada ataque era una nueva agonía, pero desde la defensa, cuando uno se hace fuerte, todo es mucho más fácil al cruzar a cancha rival.

Y eso fue precisamente lo que le empezó a servir al Barça para volver a meterse en el partido en el último cuarto del encuentro. El duelo entraba en los últimos diez minutos con el Barça siete abajo, pero con la sensación de que el equipo y la afición se creían que el milagro era posible. Fue entonces cuando apareció aquello de lo que hablábamos al inicio, aquello que se conoce como ‘La màgia del Palau’.

El Barça empezó a remar, y poco a poco fue recortando diferencias. El equipo logró ponerse tres abajo, pero Olympiacos reaccionó y se distanció de nuevo hasta los +10. Muchos pensarían que ya estaba prácticamente todo perdido a falta de cinco minutos para el final, pero el Barça picaba la puerta de Olympiacos para dejarle claro que no se iba a rendir hasta el final.

De nuevo el Barça logró colocarse a tres, pero Cainan que una vez más volvía a hacer gestos provocativos hacia la grada del Palau, anotaba un triple que rompía de golpe el subidón azulgrana. A falta de un minuto para el final, cinco abajo y con posesión para Olympiacos parecía que podía llegar el milagro.

Ricky Rubio recupera el balón, antideportiva a favor del Barça, tiros libres para el de El Masnou y posesión para los catalanes. El ex NBA anontó los dos, los de Grimau volvieron a ponerse solamente tres abajo, el Palau se vino arriba pero una mala entrega de Laprovittola a Willy volvía a complicarlo todo. El Barça lo intentó hasta el final pero al final, los azulgranas terminaron cayendo.

Este viernes, segundo partido de la serie entre el Barça y Olympiacos con la obligación para el conjunto catalán de no volver a fallar. Ahora, el factor cancha es para los griegos y la presión para un Barcelona que si quiere estar en la Final Four de Berlín deberá cambiar muchas de las cosas del primer partido.


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