Rafa Nadal, rey de la tierra batida, dice adiós a Roland-Garros
El tiempo del ‘Big Three’ del tenis llegó a su fin en septiembre de 2022, con el retiro de Roger Federer tras la Laver Cup. Sin embargo, la edición 2024 de Roland-Garros podría ser el último Grand Slam en que Rafael Nadal y Novak Djoković disputen juntos.
El tenista español de 37 años se vio forzado a perderse prácticamente todo el curso anterior debido a sus problemas de lesiones. El balear volvió a la acción en enero, pero sólo de manera breve, pues sufrió otro contratiempo físico durante el torneo de Brisbane, mismo que sirve de antesala al Australian Open.
Para el beneplácito de todo el entorno tenístico, el problema de Nadal con esta nueva dolencia no resultó ser tan grave en esta ocasión, lo que permitió que el manacorí regresara a las pistas a mediados de abril, siendo parte del Conde de Godó y el Masters 1000 de Madrid, antes de la disputa del Masters 1000 de Roma la semana pasada.
Ahora mismo, el español encara una contrarreloj para ponerse en forma, de cara a la última participación de su carrera en Roland-Garros, su Grand Slam predilecto, el que ha ganado catorce veces.
Aires de nostalgia en París para un Nadal que ha sido claro en sus comparecencias al afirmar que lo más probable es que esta temporada sea su última. En el fondo, no hay otra cosa que la leyenda española desee más que no sea seguir jugando -lo cual permitiría a su hijo de un año y medio tener alguna memoria sobre su padre en la pista- sin embargo, su cuerpo ya necesita otra cosa.
La mentalidad de Nadal
El desgaste físico en Rafa queda patente en el hecho de que, a unos días de que arranque todo en la arcilla francesa, no había una certeza clara sobre su concurso en el torneo. El tenista manacorí ha estado entrenándose a marchas forzadas para llegar bien, pero no se sabe en qué condiciones encarará los partidos. Eso sí, Nadal lo tiene más claro que la opinión pública.
“Si me preguntas en este momento, diría que aún estoy tratando de dar lo mejor. Físicamente tengo algunos problemas, pero no al grado de apartarme del torneo más importante de mi carrera. Me siento lo suficientemente preparado y estaré ahí, compitiendo por lo mismo por lo que lo he hecho durante los últimos quince años, aunque parezca imposible ahora, dijo tras su eliminación en Roma contra Hubert Hurkacz.
Aunque esta vez no se puede decir que sea el gran favorito para ganar Roland-Garros, cuando se trata de un histórico como Nadal nunca se sabe. La meta mínima del balear, quien no quiere que su participación en este segundo grande del curso se convierta en una mera despedida simbólica, es demostrar que aún puede jugar un tenis de niveles excepcionalmente altos.
Nadal es mucho Nadal, sobre todo en el aspecto mental. Por ello, aún no podemos dar por descontado que esta edición de Roland-Garros traiga consigo la última participación del manacorí en un torneo grande. Incluso Rafa sembró la incógnita sobre si volverá para la próxima temporada, al ser cuestionado acerca de si la eliminación ante Hurkacz sería su última postal en Roma.
“No sé con certeza si esta ha sido o no mi última vez aquí. Sí, las apuestas por que así sea son mayores en este momento. Sin embargo, no soy la clase de persona que toma decisiones en el calor de un momento. En un 98% ha sido mi última participación aquí, pero hasta que no se cumpla el 100% no haré una declaración absoluta sobre ello”, expresó el ganador de 22 Grand Slams.
