Ale Galan y Chingotto juntos / Fuente: @PremierePadel
Ale Galan y Chingotto juntos / Fuente: @PremierePadel

Ale Galán y Chingotto, una pareja que brilla mucho más allá de la deportivo

Otros deportes Alex Carrasco mayo 15, 2024

La amenaza al reinado de Coello y Tapia ya está aquí, y se llaman Alejandro Galán y Fede Chingotto. La nueva pareja de moda del mundo del pádel, que viene de ganar en Bruselas y en Sevilla de manera consecutiva, está maravillando en el nuevo circuito de Premier Padel. El español, que actualmente es el jugador más en forma del circuito, ha encontrado además en Chingotto aquella tranquilidad y estabilidad que necesitaba.

Pero más allá de lo deportivo, donde han ganado dos de los tres torneos que han disputado y solo han perdido la final de Puerto Caballero, Galán y Chingotto están demostrando que los valores que les rodean son dignos de admirar y alabar. Algo que está provocando que se estén ganando el cariño de los aficionados.

Sin ir más lejos, Chingotto explicaba en Sevilla todo lo que ha tenido que atravesar durante su carrera hasta llegar a convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo. “Vengo de una familia humilde y que tuvo que trabajar mucho, e incluso hacer rifas para poder viajar. Muchas veces no podía llegar con antelación a los torneos porque no podía pagarme una noche más de hotel. Salíamos el día antes para a medio camino parar para dormir en el coche y así poder estar también en el siguiente torneo”, explicaba el argentino orgulloso de todo lo que ha tenido que recorrer hasta llegar aquí.

Algo que más allá de la anécdota, le sirve como motor para impulsarle a seguir, a disfrutar del momento y a recordar siempre que el pádel es solo un juego donde hay que tratar de divertirse al máximo posible. Una historia de superar un camino con muchas dificultades pero que se acaba viendo recompensada con trabajo y esfuerzo.

Y su compañero de batallas, Ale Galán, nos dejó también una de las imágenes de lo que llevamos de año 2024 en el mundo del pádel. Ni más ni menos que 40 minutos firmando autógrafos y haciéndose fotos con todos los aficionados que se lo pedían. Una lección de como debe comportarse un deportista fuera de la pista que debería servir de ejemplo para muchos.

“Creo que no me deje a nadie que me pidiese una foto o una firma. Intento llevar esto de la forma más natural posible, somos personas normales, muy familiares. Se nos da bien jugar al pádel, es nuestra pasión y tratamos de dejarlo todo sobre la pista para dar espectáculo a la gente. Lo único que podemos hacer es devolver todo ese cariño y tratamos de tener siempre un gesto amable, pasar el mayor tiempo posible con ellos siempre que no interfiera en nuestra recuperación”, comentaba Galán.

Y antes de acabar, quiso acordarse de todos aquellos niños que lo viven con más ilusión que nadie y se acordó de aquel niño que él también fue en su día cuando empezó jugando al pádel. “Nosotros también teníamos ídolos deportivos y hay que tener memoria”.


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