El día después del primer rival de Topuria

Dicen por ahí que no hay mal que por bien no venga. La historia de la primera víctima de Ilia Topuria en la UFC es singularísima. El hispano-georgiano hizo su estreno en la categoría de peso pluma el 10 de octubre de 2020, y lo hizo ante el rival que quizá más en entredicho ha puesto su trayectoria inmaculada de quince victorias sin derrotas: Youssef Zalal (14-5-1).

A partir de esa primera derrota, misma que se produjo por decisión unánime, el ‘Diablo de Marruecos’ se potenció como peleador. Zalal, nacido en Casablanca en 1996, comenzó como un buen prospecto que se desempeñaba en el mundo de las artes marciales mixtas con el propósito de controlar sus arranques de furia. La caída contra Topuria, además de otras derrotas ante Choi Seun-Woo y Woodson, y el empate con Blackshear, propiciaron que la UFC le cortará.

No obstante, el marroquí no se quedaría de brazos cruzados. Todo lo contrario, ingresó en la Sparta Combat League y fue un aluvión en sus tres combates. A partir de ese momento, la UFC tuvo claro que había que repescarle para el roster de peleadores. “Fui el enfrentamiento más duro de Ilia Topuria. El más difícil”, dijo como sello personal en ESPN.

El pasado fin de semana, la UFC le colocó contra el áspero Billy Quarantillo (18-6), un rival al que venció con un mataleón durante el segundo round. Después de ese triunfo, el marroquí fue taxativo frente a los micrófonos.

“Quiero servir de ejemplo para los jóvenes que lo ven todo perdido y pasan por tristeza o desesperación. Creo que seré campeón del mundo. Estoy aquí porque voy a demostrar que soy el mejor del mundo. Es mi objetivo, para ver las reacciones de la gente. Ellos piensan que estoy loco por pelear con el 19 del mundo. Así que dije que mostraría quien soy. Estoy resentido al 100%, seguro”, sentenció con la certeza que da el estar de vuelta tras haber conocido la amargura de los infiernos.