La dieta de Djoković que revolucionó la carrera de Alcaraz
La dieta de un atleta de alto rendimiento no permite fisuras, y en el caso de un tenista de élite, menos. Por ello, cuando las figuras del ATP Tour llegan se reúnen para comer un buffet que lo tiene todo, se puede, sin embargo, ver a Novak Djoković llegar al restaurant con un recipiente en el que sólo hay arroz blanco.
Esa dieta ha llevado al serbio a preservar su físico hasta más allá de los 37 años para seguir instalado en el número uno de la clasificación mundial de la ATP. Nole comenzó su reinado cuando comenzó a seguir las instrucciones del nutricionista Igor Cetojević, quien le sugirió incursionar en la comida sin gluten, aunque no fuera celíaco. Verduras, carne blanca, pescado, fruta, frutos secos, garbanzos y lentejas conforman el menú de la leyenda serbia.
“De repente había un factor X, un cambio en mi dieta que permitía a mi cuerpo rendir como debía”, mencionaba el ganador de 24 Grand Slams en su publicación ‘Serve to Win’. Un camino alimenticio similar es el que ha seguido Carlos Alcaraz desde hace un año. Tanto durante los torneos como en sus comidas en familia, en su casa de El Palmar, Alcaraz sigue la dieta sin gluten al pie de la letra.
Todo comenzó después de una analítica que le sugirió su fisioterapeuta, Juanjo Moreno. Durante el último Australian Open, Alcaraz degustaba los platos que le preparaba de manera específica el chef Abel Lusa, propietario del restaurante Cambio de Tercio. “Le hacíamos tortilla de patatas, tacos crujientes de aguacate y salmón y carpacho de ventresca de atún”, señaló Lusa.
En estas jornadas de Roland Garros, el tenista de El Palmar ha realizado una gira gastronómica en lugares como L’Avenue, el Café di Roma, el Siena y Gigi, sin olvidarse de aquellos hábitos alimenticios que le han llevado a lo más alto de la élite tenística a sus 21 años.
Lastimosamente para Alcaraz, la gira de tierra batida no ha ido como le gustaría a causa de una lesión de antebrazo que le impidió ser de la partida en Montecarlo, Barcelona y Roma. Antes ya había sido aquejado por un esguince de tobillo. Lesiones que el murciano no entiende.
“Le pregunto a mi equipo por qué. Yo les pregunto pero por qué si estoy haciendo las cosas bien: estoy durmiendo bien, estoy comiendo bien, estoy entrenando bien y las lesiones vienen. Tengo 20 años y mi cuerpo no está hecho”, reflexiona un Alcaraz que este martes se mide a Stefanos Tsitsipas, en la reedición de los cuartos de final de la temporada pasada.
