Las motivaciones de Hamilton en la Fórmula 1

Lewis Hamilton se encuentra cerca de completar dos años sin ganar una carrera. La última vez que consiguió subir al sitio de honor fue en el Gran Premio de Arabia Saudí de 2021 y a partir de ahí todo ha sido desilusiones para el siete veces campeón del mundo, algo impensado hace unas temporadas, cuando él y Mercedes monopolizaban la categoría.

Eso sí, aún después de las dificultades que ha tenido que sortear, principalmente derivadas del efecto suelo, el inglés se aferra a las motivaciones que lo hacen perseverar dentro de la Fórmula 1, las cuales no se han visto alteradas por unos resultados que no han sido los deseados, tanto en lo individual como en lo colectivo.

En este sentido, Hamilton reconoció que su motor fundamental es sentir el cúmulo de emociones que se generan al subir al escalón más alto del podio tras una carrera, además del hecho de ver la bandera de su país ondear y las notas del ‘God save the King’ sonar.

“Es el sueño de estar en el escalón más alto, viendo a tu equipo. Una de las cosas más increíbles es poder mirar atrás y que la bandera de tu nación se alce detrás de ti, y ver al equipo. Recuerdo la primera victoria que logré con este equipo. Tengo una foto de 2015 en Australia con la escudería llorando, fue increíble formar parte de aquello”, precisó Hamilton.

Pese a que no es el mejor momento de Mercedes, Lewis Hamilton no pierde la mentalidad de buscar siempre el título del mundo, sin embargo, fuera de las pistas también tiene un incentivo con su ‘Mission 44’, su proyecto para destinar fondos a las minorías del mundo.

“El poder de eso es una gran parte del impulso. Ganar el campeonato del mundo es una gran parte del apoyo. Seguir construyendo con el equipo el trabajo de impacto que estamos haciendo, y seguir empujando con el equipo con la ‘Mission 44’. No sé hasta dónde puede llegar, e intento ampliarlo, y eso significa que tengo que recaudar más dinero», comentó.

Para 2024 Mercedes quiere volver a lo más alto a partir de la construcción de un monoplaza totalmente renovado, luego de que el concepto aerodinámico implementado en los dos más recientes cursos no terminara de funcionar. Será el más grande desafío que acometa la escudería alemana, después de su regreso a la competición en 2010, por lo que Hamilton se encuentra ante un camino similar al que encontró en 2013, cuando recién llegaba al equipo.

“Cuando fiché, había una emoción. Esperábamos que fuera una porquería para empezar porque no habían tenido mucho éxito, así que eso allí era simplemente una cruda emoción. Yo era una persona nueva en el equipo, que se metía en el meollo de la cuestión con todo el mundo y entablaba relaciones, era otro tipo de emoción”.

Hoy en día, después de una larga trayectoria con los de Brackley, Hamilton percibe en los sacrificios personales otro tipo de reto.

«Ahora nos conocemos desde hace años y mantenemos buenas relaciones. Creo que también es interesante desde fuera ver cómo manejan el tiempo. Pienso que la gente que nos está viendo no se da cuenta de que todos estamos lejos de nuestras casas y de nuestras familias durante tanto tiempo, que nos perdemos citas especiales con los niños y todo tipo de cosas».

«Ves que los niveles de energía de la gente suben y bajan, e intentas llenar los vacíos cuando los hay, y lo mismo a la inversa. Eso es lo que hace un equipo», concluyó la leyenda.