Mercedes espera dar otro paso en su lucha contra Red Bull, con la implementación de mejoras en su monoplaza durante el invierno. Fuente: Twitter.
Mercedes espera dar otro paso en su lucha contra Red Bull, con la implementación de mejoras en su monoplaza durante el invierno. Fuente: Twitter.

Mercedes, muy optimista de cara a 2024

Fórmula 1 Héctor Alcaraz enero 19, 2024

Mercedes Benz se está poniendo las botas durante este parón invernal, con una renovación exhaustiva del monoplaza en el que están cifradas sus esperanzas de que en 2024 Lewis Hamilton y George Russell puedan pelearle con mejores herramientas a los Red Bull.

Si bien el equipo alemán es consciente de que sus opciones de triunfo están vinculadas también a los avances que puedan experimentar sus oponentes, el director técnico de la escudería, James Allison, ha desvelado algunos motivos de optimismo, a raíz de las sensaciones que está dejando el W15.

En comparecencia ante Motorsport.com, Allison manifestó cómo se están viviendo estos días en Brackley, luego de extraer las primeras informaciones del simulador.

“Es imposible en esta época del año no estar aprensivo, emocionado o asustado. Esas son siempre las emociones que se sienten, me imagino que incluso en Red Bull, después de un año de tanto dominio, tampoco estarán durmiendo tranquilos porque nadie sabe lo que los demás van a conseguir”, señaló Allison.

Asimismo, el dirigente detalló qué mejoras podría sufrir el W15 con relación a su predecesor, características que naturalmente harían del monoplaza de Mercedes un ejemplar más competitivo.

“Lo que sí tenemos es la esperanza de que algunas de las características más negativas de la parte trasera de nuestro coche sean a partir de ahora más aceptables, y que también el manejo del monoplaza sea mejor. Todo eso sale de la simulación, pero tenemos motivos razonables para creer que hemos mejorado algo”, explicó el director técnico de Mercedes.

Al margen de los inconvenientes que hacían del W14 un auto muy difícil de pilotar, Allison reconoció que también se ha puesto el foco por parte de los ingenieros en aspectos como la consecución de más carga dinámica y potencia.

«Además de la maniobrabilidad, trabajas en todas las cosas normales del mantenimiento, como hacer que sea más ligero, tener más ‘downforce’ y, con suerte, conseguir una pequeña mejoría en la unidad de potencia, con los ajustes a nivel de calibración que todavía somos totalmente capaces de hacer con las normas actuales».

«El tiempo dirá si es suficiente. Pero va a ser interesante porque hemos visto cosas que sabíamos que eran un problema, nos hemos hecho hipótesis sobre los motivos de esos problemas y los hemos solucionado. Será interesante averiguar hasta qué punto hemos acertado», explicó.

Más allá del dominio apabullante que Red Bull impuso la temporada pasada, venciendo en 21 de los 22 Grandes Premios del calendario, Allison considera que será difícil que los de Milton Keynes mantengan ese diferencial con el resto de la categoría, a raíz de la entrada en vigor de la normativa de efecto suelo. Eso sí, manifestó que aún no es tiempo para valorar las opciones de Mercedes.

“Esperamos haber hecho un buen trabajo con el nuevo coche, y esperamos haber solucionado algunas de las deficiencias que se mostraron públicamente el año pasado. También hay algo que nos ronda la cabeza, y es que las propias normas tienen un límite mucho más claro en cuanto al tiempo por vuelta que estos coches son capaces de hacer. Es un límite mucho más claro que el de la generación anterior, que cuanto más trabajo hacías, pues más rápidos eran, aparentemente sin fin».

«Creo que si nos fijamos en el año pasado, vemos que desde el principio de la temporada hasta el final, aunque el dominio de Red Bull era casi total y no parecían vulnerables ni siquiera en la última ronda del año, si nos fijamos en el panorama general, es una parrilla que se está comprimiendo poco a poco», finalizó el director técnico de Mercedes.

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